mayo

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En mayo te odiaba,

pero más me odiaba a mi.

El dolor que tenía que soportar era tan grande,

que no solo se comió mi felicidad,

sino tambien mis energías,

y tanto fue así

que quedé siendo más hueso que persona.

La gente me decía que era una estúpida por dejar que tus opiniones

me hicieran daño.

Pero que se le va a hacer.

Un día mis dedos me susurraron

que querían conocer mi garganta.

De ahí fue de mal en peor.

¿Estaba queriendo vomitar palabras?

Ya sabes, siempre las palabras que me gritaba a mí misma estuvieron de más.

doce mesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora