junio

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En junio me llegó un mensaje.

Después de todo, habías desaparecido.

«Quiero que sepas que nunca te quise herir,

solo estaba borracho. 

Dije cosas idiotas.

Espero que me perdones.

Te quiero».

A veces me pregunto si estás ciego.

Ya estabas perdonado,

muy perdonado.

Tanto, que no existías más en mi cabeza.

Eras un problema al que le había dicho adiós.

Mamá estaba preocupada, ¿sabías?

Pensaba que iba a morir.

Honestamente todo había sido demasiado rápido.

Estaba siendo una estúpida.

Pero, de nuevo, ya sabes, siempre las palabras en mi cabeza estuvieron de más.

doce mesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora