julio

8 0 0
                                    

Era julio,

y eso solo significaba una cosa;

invierno en mi corazón.

Pero en todo ese frío y esa desesperación,

había un soplo de esperanza.

Estabas arrepentido y querías ayudarme.

Entonces me llevaste a dar un paseo;

como te dije,

estabas perdonado.

Caminamos por media hora,

y vimos los pájaros volar.

Me guiaste por las calles,

y hablabas solo.

Entramos a ese lugar que ahora llamo hogar.

Fue el primer día que lo ví.

Ya sabés que él fue mi salvación.

Irónico,

¿cierto?

Lo que más me hizo daño alguna vez,

la persona que más oscuridad plantó en mí,

fue la que me guió hacia la persona más luminosa.

Y como era obvio, nunca las palabras de de esperanza estarán de más.

doce mesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora