abril

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En abril las palabras se instalaron en mi cabeza

en mis ojos,

en mis manos,

en mi corazón.

Las palabras eran como un alarma

un cartel de auxilio,

un cuchillo.

En abril la intoxicación subió hacia mi cabeza.

Parecía que todos los besos que me habías dado

contenían ese virus infectuoso,

porque mi boca se había cerrado 

y todo lo que no salía por ahí,

era lo que me consumía.

Me iba quemando de a poco.

Morirse es como enamorarse.

Va de a poco y de pronto;

no tienes escapatoria.

Ya sabes, siempre las palabras que se atoraron en mi estómago estuvieron de más.

doce mesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora