eres.. --trago saliva-- hermosisimo.
Si, había mirado a una bota. De lindos colores camel, sencilla y ¿¡ojos?! Y.. ¿¡Boca?!
Levi era raro, pero en ese momento sintió que el era verdadero. Ese amor que sintio al ver a una bota.
En 5 segundos, no dudó en llevarse la bota consigo mismo. La misma se sonrojó ante tal acto tan heroico.
Lo iba a sacar de ahi.
Con su mano, delicadamente, tomaba al zapato con mucho cuidado y lo veía detenidamente.
--eres mi heroe, muchisimas gracias-- el zapato se sonrojaba por la mirada heroica de su ahora crush.
Nadie se percató de la salida de Levi, entre tanta gente no había guardias de seguridad o algo parecido en aquella zapateria. A Levi ya no le importaba el helado, asi que lo dejo tirado por algún lugar de la tienda.
Su nuevo amor era mas importante.
Al ver la carita de asustado de aquel zapato, se detuvo en una pequeña plaza y esperó a que se calmara. Nunca se habia preocupado tanto, por alguna extraña razon tuvo la necesidad de cuidarlo a toda costa y no dejar que le hicieran daño.
––gracias por salvarme, dulce caballero–– el sonrojo se notaba demasiado. Su suela hipnotizaba a Levi por completo.
Levi sentia su cara algo caliente, aquello era el primer amor. Fue como si 10,000 mariposas revolotearon por su estomago. La fuerte tensión entre ellos hizo que se miraran entre si, Levi en su vida se habia sentido taaaaan nervioso.
—y bueno, yo me llamo Shoena— el zapatito de color camel con aquel rubor se veía raro, pero a Levi no lo notó e inmediatamente penso en que Shoena le tenia asco o algo asi.
—Me llamo Levi, hermosa prenda— Shoena se sorprendia al ver tal carita esculpida por los dioses y aquella estatura que no le llevaba muchísima diferencia.
