Manicomio - CHRISERICK

Capítulo 2

- Erick se comportó algo agresivo en mi turno, lo deje sin comer y sin atención de higiene – Me indicó mi compañero, quien a parte de mi él también se encargaba de Erick

- Estás enfermo Raúl?

- Que? No, estoy bien

- Erick es un paciente esquizofrénico, no puedes dejarlo sin comer ni mucho menos que no pueda ir al baño, sabes los riesgos que corre? A parte de qué dañe su salud empeora su enfermedad, pudo haberse matado o incluso haberte matado a ti

- Lo sé pero enserio ese chico está mal, no quería dormir

- Esa era razón para dejarlo sin comer?

- Estaba delirando, no es igual contigo?

- Si pero sé controlarlo, si no quería dormir lo hubieras dejado solo de todas formas se le iba a pasar y dormiría, que acaso sabes tratar a un paciente como Erick?

- Si

- Pues no parece, entiendo que seas algo más antiguo que yo pero vengo saliendo hace poco de mi internado y se muy bien cómo tratar a estos pacientes, son como unos bebes pero con problemas psiquiátricos

- Christopher ya cálmate, Erick está loco y morirá solo hay que dejarlo y ya

- Pero no sin comer ni sin que haga sus necesidades, sabes? Hace unos meses antes de entrar aquí tome un caso igual y peor que el de Erick, cuide tanto de ese paciente que ahora tiene una familia, un hermoso niño con una mujer que lo ama, claro se trata, toma medicamentos y ve a un psicólogo todo los meses pudo armar una vida linda,no perfecta pero aprendió a ver la realidad, tengo fé que con Erick será igual, no digas que va a morir por qué como mi antiguo paciente se que el actual podrá salir adelante

- Intentaré tener fé Christopher, por tí

- Como sea que no se repita

- Claro

- Iré con Erick, debe estar algo desesperado y alterado

Deje atrás a Raúl y camine rápidamente a la sala con Erick, allí estaba con sus ojos perdidos tirado en el suelo, con algo de bilis seca en sus labios, posiblemente haya vomitado del hambre, toda su ropa y cuerpo estaba totalmente asqueroso.

- Arriba Erick, te llevaré a ducharte rápidamente para que comas algo abundante

Ni siquiera fue capaz de contestarme, solo me miró y nuevamente sus ojos estaban perdidos, temía que la situación empeore así que lo cargue y lo lleve a las duchar, lo limpie a profundidad, seque y cambie su sucia ropa por una fresca y limpia para de una buena vez llevarlo para que comiera algo.

Comencé dándole unos trozos de chocolate, sabía que estaba mal pero el dulce servía para llenar el vacío de su estómago, por lo que se veía estaba fatigado. Luego de que notará que estaba estable y sus ojos lentamente volvían a la normalidad comío su correspondida comida.

- Ya acabe – Aviso

- Quédate un tiempo aquí, no estás bien y no quiero que vomites o algo por el estilo

- Gracias

No conteste, solo lo miraba atento captando cada uno de sus movimientos, como miraba fijamente cada rincón del lugar, sabía que su mente jugaba mucho en nuestra contra puesto que en cualquier momento podría actuar agresivo o delirante.

- Ya es tiempo de tus medicinas, vamos a tu habitación

- Está sucia

- Ya mandé a que limpiaran, está lista, vamos – Agarré su brazo y lo guíe hacia su habitación que a diferencia de antes tenía un buen aroma.