Me gritó de una forma tan horrible y maligna. Yo quedé congelada. Izayoi fue a querer pararlo pero eso le fue imposible. El padre de Inuyasha me agarró fuerte del brazo y me hizo parar. Me acorralo en la pared.
-¡Inu-no Taisho, para por favor!- dijo Izayoi tratando de alejarlo de mi.
-No vas a tener a ese bastardo, no lo voy a permitir- me dijo Inu-no Taisho
Yo estaba llorando y no era porque ese desgraciado me gritará, era porque Inuyasha estaba sentado sin hacer nada. Su cara decía todo, el también quería que me deshaga del bebé.
Luego no escuche nada, no quise hacerlo. Izayoi, Kaede y hasta Sesshomaru alejaron a ese desgraciado. Cuando empezaron a discutir, nadie me prestaba mucha atención. Entonces agarré mis cosas y me fui.
Pronto se darían cuenta de que me había ido, entonces pedí un taxi y me fui a mi casa. Cuando entré no quise hablar con nadie, porque si decía lo que había pasado, mi mamá y mi abuela iba a ir a la casa de Inuyasha, a hablar con su padre y sentí que eso iba a ser peor.
Fui al colegio, Inuyasha no había ido. Me sentía terrible.
Quería matarlo, por haberme hecho tanto daño. Este dolor me estaba matando y no le hacía bien a nadie. ¿Por qué no podía ser un hombre y apoyarme?
Porque no me amaba y era un niño inmaduro.
XXX
Me iba a mi casa, cuando de pronto, Miroku, el mejor amigo de Inuyasha me detuvo.
-Kagome, necesitó hablar contigo- me dijo
-¿Qué sucede?- le pregunté con mucha curiosidad
-La madre de Inuyasha, Izayoi, me llamo diciendo que no encontraba a Inuyasha y me dijo que te preguntará si lo habías visto-
Mi corazón se detuvo.
¿No lo encontraba?
-No, no lo vi- le dije con un tono apenas entendible.
Miroku puso de vuelta el teléfono en su oreja y repitió lo que había dicho.
Cuando estaba por irme, Miroku me agarró del brazo de vuelta.
-Kagome, ¿hay algo que paso entre Inuyasha y tú?- me preguntó
-¡No!- le grité
Por supuesto que Miroku, no me creyó.
-Vamos Kagome, mi amigo no aparece, debes ayudarme- me dijo con un tono lleno de preocupación.
Baje la cabeza.
-Por lo menos ayúdame a buscarlo- me dijo
-¿Por qué yo tendría que hacerlo?- le pregunté encarnando una ceja
-Porque se que algo paso entre ustedes dos, y si lo encontramos, podrías hablar con el- me dijo
Abrí la boca para protestar pero no tenía ninguna excusa para no ir. Suspire y me metí en el auto azul de Miroku para buscar a Inuyasha. No hablamos en todo el trayecto, no había mucho que decir. Yo no iba a decirle mi secreto.
Recorrimos todos los lugares "preferidos" de Inuyasha según Miroku. Nos bajamos en un bar, en donde lo vimos tomando alcohol.
-Inuyasha, amigo me tenías preocupado- dijo Miroku
Inuyasha le sonrió y su sonrisa se borro cuando me miro.
-¿Qué haces tú aquí?- me dijo con un tono de borracho.
Yo no le contesté.
-Tú eres la causa de todos mis problemas- dijo el
Y como estaba borracho, no le pegué una bien merecida piña.
-Por tu culpa mi madre anoche se fue de casa, y mi padre me corrió- dijo el acercándose a mí.
Me sorprendí y aun así no dije nada.
-Tú y ese bastardo que llevas, me arruinaron mi vida- me dijo ya demasiado cerca de mi rostro.
Miroku abrió los ojos como platos y entendió todo.
-Basta amigo, no le haces ningún bien a nadie- dijo Miroku al darse cuenta de todo, tratando de defenderme.
Aunque Miroku no era amigo mío, y tuviera la fama de mujeriego, su actitud reciente, fue de un total caballero.
Lo que Inuyasha dijo, me hizo llorar y enojarme. No aguanté más y le pegué una piña. Me dolió pero me hizo sentir muy satisfecha. A Inuyasha le empezó a sangrar la nariz, en donde yo le había pegado, y se sentó en una mesa. Parece que eso lo hizo reaccionar. Me acerqué a el de forma amenazadora.
-¿Culpa mía? ¿Todo es culpa mía?, tú tienes la mayor parte de la culpa, no em defendiste cuando el imbecil de tu padre me dijo todo eso. No me apoyaste en esto y me hiciste pasar un infierno en estos últimos días, además ¿crees que este bebé se hizo solo? No, tú también pusiste algo en esto. Eres un maldito, no se que le voy a decir a nuestro hijo cuando crezca y pregunté acerca de ti- dije
Inuyasha solo me quedo mirando.
-Vivirás con la culpa de haber abandonado a tu primer hijo- dije
Me fui y pedí un taxi.
XXX
Llegué a casa y me di un relajante baño. Cuando salí, me fui a cenar y mis problemas se fueron de mi cabeza. Alguien toco la puerta y mi mamá fue rápidamente a atender.
-Hola, me gustaría hablar con Kagome- dijo una voz masculina
Supe inmediatamente quien era el dueño de esa voz.
Me levanté y fui hacía la puerta.
-¿Qué quieres, Inuyasha?- dije muy enojada
-Podemos hablar- me dijo con sus ojos llenos de arrepentimiento.
Asentí y fuimos afuera a hablar.
-Kagome, lo siento mucho- me dijo
Yo no dije nada.
-No debí haberte dicho esas cosa, todo es culpa mía y tienes toda la razón debía haberte defendido- me dijo mientras me acariciaba mi rostro.
Yo no supe que decir.
-Te prometo que te voy a acompañar en esto, voy a estar presente en la vida de nuestro hijo- dijo sonriendo
Eso fue música para mis oídos.
-Eso es lo que único que necesitó- dije sonriendo
XXX
Inuyasha luego, se fue al apartamento de su abuela Kaede. En donde estaba también Izayoi que había decidido divorciarse del padre de Inuyasha. No pude evitar sentirme un poco culpable.
Al otro día, muy feliz, fui decirle todo lo que había pasado a Sango.
-Me alegro mucho amiga- me dijo sonriendo
-Si, gracias al cielo todo sale bien- dije sonriendo
Cuando iba por el pasillo, escuché unos insultos hacia Inuyasha. Fui haber que estaba pasando. En el aula de música, estaban Inuyasha y Miroku hablando.
-Dime la verdad ¿Por qué estuviste con Kagome?- le preguntó muy enojado Miroku.
-Porque la quiero- dijo el mirando para otro lado.
-Mientes, yo ya se porque, eres la peor persona que ha pisado el planta- dijo Miroku cerrando los puños.
-Bueno me faltaba una Miroku, ¿Qué podría haber hecho?- le dijo
-Mira las consecuencias- le dijo Miroku tratando de no golpearlo
-Lo se, esa apuesta fue la peor decisión de mi vida- dijo Inuyasha cerrando los puños.
¿Apuesta?
¿Se acostó conmigo por una maldita apuesta?
Una chica quiso pasar al aula de música y yo me corrí para que pase, en el momento en el que me corrí Inuyasha me vio.
-Kagome- dijo
Lo miré con odio.
Me fui de ahí. No se como iba a aguantar este golpe. Me fui al baño de chicas, en donde el no se atrevería a buscarme. Me tuve que agarrar de algo, si no quería caer.
-Kagome, amiga ¿Qué paso?- me preguntó Sango mientras me sacudía
Abrí los ojos y me encontré en el piso del baño.
-¿Qué paso?- le pregunté muy confundida
-Eso es lo que quiero saber, te encontré tirada en el piso- me dijo muy preocupada
-Sango, me enteré de algo horrible- le dije mientras la abrazaba.
Le conté lo que había escuchado.
-Inuyasha es un cerdo amiga, lo siento tanto- me dijo
XXX
A la salida de la escuela, Inuyasha se me acerco para hablar conmigo.
-Aléjate de ella, no quiere hablar contigo- le dijo Sango
-Sango, hazte a un lado- le dijo Inuyasha
Entonces sentí un golpe y vi como Sango le golpeaba a Inuyasha en la cara. Entonces Sango me hizo seña de que siguiéramos caminamos y por primera vez en el día sonreí.
Inuyasha se lo merecía por no dejar de crear heridas.
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Inuyasha: Embarazada a los 16
FanfictionEsta historia, No es mía. derechos a la Autora de La historia Y Derechos a Rumiko Takahashi por La historia original... Inuyasha