El viento golpeo mi cara con fuerza y pude sentir el dolor que crecía en mi pecho y también tenía una gran nudo en la garganta. Zuko no lloraba pero me miraba. Me observaba como si el supiera que estaba triste. Le di un beso en su pequeña cabeza y trate de calmarme.
Camine un poco más y me perdí entre la gente. Llegué a una plaza poco transitada, me senté en un banco. ¿A donde debería ir? No puedo ir a mi casa, quiero a mi hermana y comprobé que ella no había contestado a ninguno de esos mensajes, sin embargo no podía verla. Inuyasha pronto saldría a buscarme y mi casa sería el primer lugar a donde el iría, y todavía necesitaba más tiempo para pensar. No podía ir a la casa de Sango, sus padres no me recibirían con un bebé en brazos. Tampoco con Ayame que ya tiene un bebé, dos bajo el mismo techo me parece muy complicado. Entonces se me ocurrió que podía ir con Kagura. Tome un taxi y fui al departamento de Kagura.
Cuando me abrió la puerta del departamento, rompí a llorar. Kagura me abrazo. Entre sollozos y lágrimas pude contarle lo que paso.
-Por eso estoy aquí, no se a donde ir- le dije limpiándome las lágrimas
-Puedes quedarte aquí, tengo una habitación extra y una cuna que era de Rin- me dijo
La ayude a acomodar la habitación que sería mía. Tenía una cama en esa habitación. Limpiamos la habitación y puse a Zuko en su nueva cuna. Cuando al fin terminamos, pude alimentar a Zuko con mamadera porque se me había acabado la leche por el estés de hace algunas horas. Me sentí muy agradecida de haber conocido a Kagura.
Cuando terminé de alimentar a Zuko, lo puse en su cuna y fui con Kagura que estaba sentada en la mesa.
-Muchas gracias Kagura- le dije con mi voz quebrada
-Puedes quedarte todo el tiempo que necesites- me dijo
La abrace una vez más.
-¿Donde esta Rin?- pregunté al no verla
-Esta con mi madre- respondió
-Ahora duerme un poco, necesitas descansar- me dijo
Asentí. Me dirigí a la cama, me acosté y cerré mis ojos. Dormí muy poco ya que Kagura me despertó.
-¿Que pasa?- pregunté somnolienta
-Es Inuyasha entro a la fuerza y no se quiere ir sin antes hablar contigo- dijo Kagura
Palidecí.
-Quédate aquí, iré a hablar con el- dije
Salí de la habitación. Inuyasha se veía nervioso y desesperado.
-Kagome por favor perdóname- dijo Inuyasha desesperado
-Inuyasha cálmate- le dije
-Kagome te quiero- me dijo tomando mis manos
-No te atrevas a decirme eso- le dije
-Pero es la verdad.
-No te creo, me has mentido todo este tiempo.
-No digas eso.
-Te amo tanto, pero no puedo con esto ya he soportado mucho, te he perdonado muchas veces Inuyasha ¿Crees que alguna chica estaría contigo sabiendo el pasado que tienes con su hermana?- le pregunté acariciando su rostro.
Inuyasha bajo la cabeza y niega.
- Yo si lo hice ¿sabes por que?- le dije
El me miro directo a mis ojos haciéndome estremecer.
-Porque te amo- le dije mientras se me escapaba un sollozo
- Kagome...
-Merezco más que esto, me entregué a todo por ti, por Zuko y no puedo soportar más.
-¿Que vamos a hacer con Zuko?- me preguntó
-Como muchas parejas separadas deberíamos dividir los días en que pasara con cada uno.
-Puedes quedarte en mi departamento yo volveré a vivir con mi madre- me dijo
-No, no puedo, viviré aquí, estaré bien.
-Kagome no seas orgullosa y quédate en mi departamento.
-No Inuyasha y no insistas.
-Jamás podré olvidarte
-Como desearía creerte.
El me beso y sentí tanto dolor como amor. Acepte el beso pero duro muy poco mi aceptación por que al final rechacé su beso y nuestros labios se separaron.
-Inuyasha, esto no se arregla con un beso- le dije
-Por favor Kagome, vuelve conmigo- me rogó abrazándome
-Lo siento Inuyasha, no puedo, vete por favor- le supliqué
Entonces Inuyasha se rindió y se fue. Rompí a llorar en el segundo en que cerró la puerta. Los brazos de Kagura aparecieron y me consolaron.
-Estos hermanos Taisho, como hacen sufrir- dijo Kagura con humor.
Asentí riendo entre lágrimas.
-Kagome mírame- me dijo Kagura, levanté la vista y la mire- Tú eres muy fuerte y vas a seguir adelante, yo te voy a ayudar, he estado en tu mismo lugar y ahora soy feliz con mi hija a pesar de todo- dijo Kagura animándome
Cuando se hizo más tarde, alguien más toco la puerta. Era Kikyo. Cuando me vio, rompió a llorar. Me abrazo con fuerza.
-Lo siento Kagome, por mi culpa todo se ha jodido de nuevo- me dijo
-No Kikyo, no es culpa tuya, si hay algún culpable es Inuyasha- le dije
Luego Kikyo se calmo y se limpió las lágrimas.
-He hablado con el y esta muy dolido- me dijo
-Yo también he hablado con el- le dije
-Lo se, no quiero que pienses que no le importas porque no es así- me dijo
Quería creerlo peor me sentía demasiado herida.
-No importa nada cambia lo que el hizo y el daño que me hizo a mi, a Zuko y a ti y el daño que en el futuro le causara a Zuko al enteraste del por que de nuestra separación- le dije
Kikyo no me contestó pero me abrazo de nuevo.
-Me gustaría volver al tiempo y cambiar tantas cosas- me dijo abrazándome con más fuerza
-Yo también- le dije sollozando
Luego nos limpiamos las lágrimas. Kagura nos miraba con atención.
-Kikyo ¿recuerdas a Kagura?- le dije
-Si por supuesto- me dijo
Las dos se sonrieron como saludo.
-Kagome puedes volver a casa- dijo Kikyo
-Lo se, pero me parece que sería muy complicado, seriamos demasiado en casa- le dije
Después de un rato, Rin llegó con su hermosa sonrisa, iluminando a la habitación entera y a mi corazón. Cenamos juntas, Rin no preguntó el por que estaba aquí supongo que Kagura le había dado una mirada de alerta si quería preguntar algo.
Kikyo se fue y yo me dormí admirando, amando y sufriendo por mi hijo, porque iba a tener padres separados.
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Inuyasha: Embarazada a los 16
FanfictionEsta historia, No es mía. derechos a la Autora de La historia Y Derechos a Rumiko Takahashi por La historia original... Inuyasha