USA se encontraba tomando la mano de cierta nación Mexicana. Ambos estaban por entrar a la sala de juntas. No había nadie en los pasillos pues ya todos habían entrado.
El americano aprovecho aquel momento de soledad y tomó al mexicano por la cintura para luego plantearle un tierno y lento beso en los labios. Ambos quedaron atrapados en aquel mundo de felicidad por segundos, hasta que la falta de aire se hizo presente y Estados Unidos fue el encargado de separarse.
Lo miró a sus bonitos ojos verdes, Sonrió tiernamente ante su pequeño novio. Se emocionó tanto de verle que terminó abrazándome fuertemente.
—I love you... I love so much honey~ —Solo pudo decir aquello, Mexico correspondio al abrazo.
—Yo también te amo, bebé —Ambos escucharon sonidos provenientes del pasillo, así que supusieron que alguien venía. Se separaron rápidamente y arreglaron sus ropas.
—Ah... —Una nación de mayor estatura que los dos llegó. Suspirando, al parecer había corrido —Я опоздал? (¿Llegó tarde?) —Dijo mirando al americano y al mexicano con cierta extrañeza —Oh! Привет мексика —Se acercó a la pequeñita nación, está le Sonrió tiernamente.
—¡Hola Rusky! —México dio una última mirada a USA, este solo asintió triste y el mexicano dio un paso para irse junto a la nación ex soviética.
Estados Unidos sólo suspiro, miró a su pareja llendose junto a su peor enemigo. Le ardió el alma, pero todos esos celos tenía que controlarlos por el bien de ambos. Entró a la sala y se sentó en su respectivo lugar a lado de Canada e Inglaterra.
La junta era demasiado aburrida. No había participado en ningún momento en ella ya que hablaban sobre problemas territoriales de Perú, Bolivia y Chile.
—¡Ellos me quitaron mar! —Bolivia refunfuño ante el peruano. Enojado, a punto de pegarle.
—Calmate Bolivia —Trató Chile, pero esto no ayudó en nada.
América se encontraba muy sumido en sus pensamientos, mirando como el mexicano y el ruso sonreían desde el otro extremo de la mesa.
La sonrisa del mexicano era tan cálida y hermosa, que le hizo sentir tranquilo.
—What do you see, Merica'? (¿Que es lo que vez América?) —Preguntó el inglés. Estados Unidos sólo desvío su mirada del mexicano y miró a su padre.
—I was in my thoughts, nothing more (Estaba en mis pensamientos, nada más) —Sonrió cómo normalmente lo hacía y se dejó caer en el respaldo de su silla.
—do you want to go out in the afternoon? France and I will go to a bar in the city, Canada will go (¿Quieres salir esta tarde? Francia y yo saldremos a un bar en la ciudad, Canadá irá) —Sonrió.
América pensó un poco y suspiro resignado.
—Yeah, I will go (Si, iré).
La junta había terminado. Todos se levantaron de sus Lugares. América no podía dejar de ver cualquier movimiento del ruso hacia el mexicano, sólo pudo ver como ambos salían de la sala de juntas, mientras el ruso le tomaba por la cintura.
Estados Unidos rápidamente tomó su maletin, se despidió de sus amigos y parientes y salió de la sala en busca del ruso y mexicano.
Camino y camino hasta encontrarlos a ambos en un balcón. Estaban mirando la ciudad. El mexicano le hacía bromas al ruso.
—¿Enserio? ¿Eso le dijiste? —Río.
—Да, я только сделал это, чтобы заставить ее смеяться (Si solo lo hice para hacerla reír) —Dijo— И посмотреть, прошла ли боль (Y para ver si así se le pasaba el dolor) —Ambos rieron. El mexicano miró su reloj y luego al ruso.
—Rusky, tengo algo que hacer, ¿Que tal si nos vemos luego? La próxima junta es en tu país ¿No? —Pregunto.
—Да в москве (Si, en Moscú) —Respondió ante la pregunta. Y asintió —С Мексикой все хорошо (Está bien México, que te vaya bien) —Sonrió y se despidió saliendo de aquel lugar dejando solo al mexicano.
El mexicano estaba a punto de salir cuando fue tomado por un brazo. Se asustó al principio pero luego vio quien era y sólo suspiro.
—¡Ay cabron! Me asustaste mucho —Miró hacia los lentes de su pareja, este hizo un pequeño puchero y quito sus lentes dejando ver sus ojos azules como el mar.
—Hello honey—Le tomó por la cintura y abrazo— How are you?—Ambos ahora estaban en el balcón, Estados Unidos recargado e incluso el barandal mientras abraza por la espalda al mexicano y daba pequeños besos en su cuello.
—Bien mi amor, ¿Por qué lo preguntas? Tu sabes que yo siempre estoy perfecto —Sonrió—La pregunta aquí es, ¿Estás bien tu? Te noto cansado...
—Yeah... —Suspiro y empezó a hablar en el idioma del mexicano— He estado trabajando mucho, aunque Inglaterra me ha invitado a un bar por la tarde, yo no quería ir, pero hace mucho que no salía con mi familia.
El mexicano se dio la vuelta y lo encaró —Pues ve cariño, diviértete demasiado y quita ese estrés de encima —Le abrazo y puso su cabeza en el pecho del más alto.
—Gracias amor, pero ¿Realmente no tienes problemas? —El mexicano soltó una risita.
—Eres muy tonto amor, ya te he dicho millones de veces que te diviertas... Anda, vamos a casa, yo te ayudaré a escoger tu ropa —El mexicano le tomó de la mano y salió junto a él, aprovechando que ya nadie se encontraba ahí.