La Primera Esposa Zombi

Capítulo 75: ¿Es algo así como obligarnos a matar?

El restaurante Xilanfa no estaba muy lejos del Grupo Tecnológico Mu, tan solo a tres calles grandes de distancia, normalmente solo llevaría veinte minutos llegar en auto.

Sin embargo, después de que Mu Yifan saliera del restaurante, se encontró con un ataque zombi en la carretera, lo que provocó un atascamiento. Solo hasta que la multitud fue evacuada, Mu Yifan pudo llegar una hora después al Grupo Tecnológico Mu.

Tomó el elevador particular del presidente y fue hasta el último piso, solo para ver cómo el helicóptero se elevaba en el aire a unos veinte metros del piso, con personas adentro.

Mu Yifan lloró, ¿Por qué no esperaron a que él llegara? ¿Por qué se fue el helicóptero?

De inmediato, empezó a agitar sus manos hacia el helicóptero, gritándole que se detuviera. Desafortunadamente, el sonido del helicóptero eclipsó su voz.

Mu Yifan recordó que aún tenía tiempo de llamar a alguien, bajó su mano y palmeó sus bolsillos, solo para descubrir que su celular se había ido.

En sus ojos brilló la duda, no se habría caído en el auto, ¿cierto?

Las cejas de Mu Yifan se fruncieron en confusión, levantó la cabeza a toda prisa y vio a Mu Yihang sentado al lado de la ventana del helicóptero, mirándolo hacia abajo.

Le hizo señas a Mu Yihang y vio que el otro tenía una profunda sonrisa, agitó su mano y se despidió, dejando que el helicóptero se alejara del edificio del Grupo Mu.

Mu Yifan dijo con fastidio: "Este hijo de puta Mu Yihang dejó a este Laozi aquí a morir".

Pero el helicóptero había sido enviado por Mu Yuecheng, ¿Cómo pudieron obedecer las órdenes de Mu Yihang e irse sin él?

Mu Yifan estaba realmente molesto, pero no podía hacer nada más ahí. Volvió a la oficina del presidente y estaba listo para llamar a Mu Yuecheng para pedirle que volviera a llamar al helicóptero.

Cuando la secretaria lo vio, ella inmediatamente se adelantó, sonrió y dijo: "Hola, hola, el Almirante nos llamó para decirle que debe esperar un par de horas en la compañía, ya que alguien vendrá a recogerlo y lo llevará a Ciudad B".

Mu Yifan asintió comprendiendo la situación: "¿Mi padre dijo quién me vendrá a recoger?"

"El Almirante Mu dijo que es un amigo".

Mu Yifan no entró a la oficina que la compañía había preparado para él, prefirió sentarse en el sofá que estaba afuera de la oficina.

La secretaria le preparó café y puso la taza sobre la mesa.

Mu Yifan olfateó el fresco aroma a carne humana y sus cejas se fruncieron: "Vuelve a trabajar a la oficina".

"Si". La secretaria se dirigió a la puerta de la oficina, pero se detuvo cuando escucho decir a Mu Yifan: "Espere".

Ella volteó y dijo: "¿Qué sucede joven maestro?"

Mu Yifan pensó por un momento: "Haz que todos los principales ejecutivos suban para tener una reunión".

La secretaria dijo: "¿Ahora?"

"Si, ahora, inmediatamente".

"Si". La secretaria regresó rápidamente a la oficina para informar a los altos ejecutivos de todos los departamentos que acudieran a esta reunión.

Mu Yifan llegó a la sala de conferencias y esperó unos diez minutos hasta que algunas personas comenzaron a entrar por la puerta.

Cuando vieron a Mu Yifan, que estaba sentado en el asiento del presidente, todos temblaron. Saludaron con voz alta y buscaron un lugar para sentarse, como lo hacían en sus reuniones de siempre.