Cap 4. Sueño frustrado.

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Estaba asustada, no podía soltarme de su agarre, era demasiado fuerte. Como pude, le pegué una bofetada y lo empujé.

-¿Quien demonios te crees que eres? Que vayas a ser mi jefe no te da derecho a tocarme con tus asquerosas manos, ¡Eres un baboso!- dije cabreada y a la vez temblando.

Salí corriendo, como alma que lleva el diablo hacia la puerta, las fuertes manos de Garret me atraparon.

-Que te ocurre Dakota, ¿No me recuerdas? Estúpida niñata-. Me zarandeo cabreado.

Las manos de Sueny me zafaron de su agarre, me abrazo cariñosamente y dijo:

-¿Como te va a recordar Garret?, la ultima vez que te vió apenas tenía cinco años. Has sido grosero con ella, hablaré con padre de esto, que esteis prometidos no significa que sea tu juguete-. Me defendió.

-¡Pero hermana! Tengo derecho a reclamarla, ella es mía desde antes de que naciera. Es el pacto que hicieron nuestros padres, para que nuestro linaje no se perdiera-.

No sabía de que narices estaban hablando, pacto, linaje, prometida, nuestros padres....¡Estos estan fumados!, este es capaz de secuestrarme, no dice nada más que locuras. Pensé.

-No tienes ningún derecho sobre mí, ni se te acurra pensar que soy tu prometida y no quiero este trabajo, dimito, ¡Estais chalados!- salí corriendo, me metí en el coche y aceleré todo lo que el coche daba de sí.

Llegué a casa con el corazón a doscientos por hora, ¡Solo hay psicopatas en esta maldita ciudad! Y encima me quedo en paro, ¡Esto ya es el colmo!. Hablé para mi misma irritada.

Ví que solo eran las cinco de la tarde, decidí darme un buen baño para relajarme, tanto estrés me tenía agotada, me acomodé en el sofá acurrucada con Dante, acariciando su suave pelaje negro y escuchando su ronroneo, caí en un dulce sueño....

Estaba en un pequeño jardín, pero muy hermoso, con bancos de mármol blanco, hermosos árboles frutales y una familia sentada en la fina hierba, disfrutando del atardecer.

Disfruté de la visión de aquella familia, parecían tan felices.... había una niña pequeña y un chico adolescente, jugando los dos con un pequeño gatito color canela, la madre de estos se levantó y los llamó con cariño, en ese momento apareció un joven moreno que los saludó con familiaridad y abrazaba a la pequeña mientras le revolvía su pelito moneno con la mano y habló:

-Hola, mi pequeña Dakota, llevo solo unos meses sin verte y ya casi no te reconozco de lo que has crecido, cada día estas más bonita-. Dijo mientras le daba una pequeña muñeca, la niña la cogió con alegría y la estrecho entre sus bracitos.

Abrí los ojos con fuerza, al darme cuenta de lo que estaba viendo. ¡La pequeña era yo! Y el maldito baboso de Garrett, era mi família, mis padres, mi hermano Alan y yo....

Sentía dolor al ver aquella visión, el pasado volvía a hacer mella en mí, el dolor de la muerte mis padres y mi hermano en aquel accidente de coche, todos los recuerdos del pasado que intenté borrar con desesperación fluían en mi mente, el orfanato, mi nueva família, sus insultos y maltratos, la huida de aquel infierno, mi corazón estaba encogido de tanto sufrimiento.

Caí al suelo derrotada, me hice un ovillo y lloré con todas mis fuerzas. ¡Esto es una maldita pelladilla!.

En ese instante una oscuridad empezó a apoderarse de mis sentidos, todo se volvió negro, no sabría decir cuanto tiempo pasé asi, hasta que una pequeña luz hizo que abriera los ojos.

Estaba a unas pocas calles de mi casa, la noche era gélida y apagada, anduve por las calles sin dirección, hasta que un olor delicioso hizo que mis sentidos se activaran, el paladar se me hacia agua.

DAKOTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora