Las manos de Akasha apretaban mi cuello hasta el punto de casi hacerme perder la consciencia.
Resistí como pude, no quería desmayarme y darle el gusto a esa sanguijuela.
Saqué fuerzas de flaqueza y agarré sus manos con las mías, revelandome hacia ella, no quería que viera el miedo en mis ojos, me mostré fuerte, si no acabaría matandome por asfixia.
Akasha me miró sorprendida, mientras Tálon y Alabaster se acercaban lentamente para evitar el fatal acontecimiento.
-¡Sueltame!, maldita bruja, ¡No te tengo miedo!-. Hablé como pude.
-Tu reacción me sorprende, tienes valor, digno de tu linaje, bastarda-. Solto una risa perbersa.
-No se de que demonios me está hablando, solo soy una simple humana que se a cruzado en el fatal camino de su hijo-. Mentí.
Yo ya sospechaba algo, el baboso de Garret ya me habló de eso, pero no iba a mencionarlo hasta estar segura de la verdad.
Me soltó, iba a darme un buen golpe contra el suelo pero Tálon me cogió en el aire, me acurrucó entre sus brazos mientras sus ojos me suplicaban perdón por lo que acababa de pasar.
-Hijo mío, ¿Has completado el vínculo con ella?-. Miró a Tálon ahora.
-No madre, Jordana nos interrumpió-. Contestó el.
-Completalo antes de que me arrepienta y caiga mi ira sobre esta niña-.
-Si, madre-. Susurro Tálon.
Me dejó en el suelo quedando de pié junto a el, me cogió del brazo y me llevó poco a poco hasta el final de la sala. Noté que alguien me agarraba el otro brazo, me sorprendí al ver a Alabaster a mi lado.
-Tranquila Dakota, esa es la manera que tiene mi esposa de dar su aprobación. Nos has dejado de piedra muchacha, nadie le planta cara desde hace siglos por miedo a sufrir la peor de las muertes-. Dijo con sinceridad.
-Ya veo-. Temblé al oír sus palabras.
-Desde el primer momento en que te ví tienes mi bendición, ¡Bienvenida a nuestra extraña familia!- Sonrió. -Acomódala en tu habitación hijo, teneis muchas cosas de que hablar, avisaré al servicio para que le suban la comida y además, teneis que completar vuestra unión-. Palmeo mi espalda y se marchó.
Llegamos a la habitación, suspiré profundamente, tiré mis tacones, me quité la americana y me dejé caer en la cama de golpe quedando boca abajo, estaba agotadísima, necesitaba despejar mi cabeza.
Tálon se sentó a mi lado, acariciaba dulcemente mi cuello y mi espalda, estuvimos así un buen rato.
-Tenemos que hablar Tálon, quiero que me expliques lo que a dicho tu madre y por que casi me mata-. Suspiré y me senté junto a él.
-Es una historia muy complicada Dakota, quizas no la llegues a comprender en toda su plenitud, ¿Estas preparada?-.
- Sí, estoy lista para saber la verdad-.
El sabía a lo que me referia, quería saber sobre mi linaje, que tanto temía Akasha que casi me da muerte.
Él se tomo su tiempo para hablar, me abrazó, me besó tiernamente y comenzó a hablar.
-Todo comenzó con Caín, hijo de Adan y Eva. Supongo que sabras que Caín asesino a su hermano Abel y fué castigado con la mortalidad, a sufrir por hambre y enfermedades.
A su paso solo había maldad, creó ejercitos y dominó ciudades, era la mismisima muerte.
Tuvo tres hijos de tres mujeres diferentes, dos de ellos siguieron los mismos pasos que Caín, pero el tercero y el mas pequeño tomó un camino muy diferente.
El mayor se llamaba Enoc, su crueldad traspasaba ciudades, violó a cientos de mujeres y las sometió. Igual que Caín fué castigado pero de una manera más cruel, a la edad de 30 años Enoc fue mordido en el brazo por un gran lobo salvaje, pasandole una gran infección que le hizo sufrir por todas las mujeres que había hecho daño. Al mes, en la primera luna llena del año, se transformó en una criatura mitad hombre mitad lobo, condenado por toda la eternidad.
La hija mediana se llamaba Lilith, tan grande era su locura que desangraba a niños para bañarse en su sangre, creía que al hacer eso obtendría la belleza eterna, pero tambien fué castigada, un gran murcielago gris mordió su cuello, trasformandola en oscuridad, dandole una gran sed de sangre.
Asesinó y bebió la sangre de su esposo e hijos y así obtuvo la belleza eterna, condenada a vagar por el mundo eternamente dependiendo de la sangre humana.
Y el tercero y más pequeño, Namek.
Era diferente, al ver todo el mal que le rodeaba, se exilió junto con su esposa embarazada al bosque, donde construyó una casa, labró la tierra y cuido de su mujer y a todos los seres inocentes, los animales.
Fué recompensado, al contrario que su padre y hermanos, recibió el don de la inmortalidad, tanto el como sus descendientes-. Miró mi cara con preocupación, yo insistí para que siguiera.
-Los descendientes de Namek son enemigos de los vampiros y hombres lobo desde el comienzo-.
-Ellos son los protectores de la raza humana, guardan un equilibrio y tú llevas su sangre-.
-Eso son chorradas, si fuera inmortal y cazara lobos o vampiros no duraría ni un asalto, si hasta un dolor de muelas me destroza-. Hablé con la manos en la cabeza.
- Eso es lo curioso, tu fuiste apartada de todo esto por alguna razón que tarde o temprano tendremos que averiguar. Tenemos que tener cuidado, mi madre trama algo contigo y si Hector Corvinus se entera que estas con nosotros, te dará muerte inmediatamente-. Sentenció.
-¿Por que todos quieren matarme?, no lo entiendo y ¿Quien es Hector Corvinus?-. Pregunté.
-Es el más antiguo de los descendientes de Namek, vuestro rey. Nuestras razas nunca se han unido y si lo han hecho, han sido asesinados. Nunca lo ha permitido y nosotros no vamos a ser la excepción, por eso mi madre quiere que te unas a mí, eres un comodín para poder revelarse contra Hector.
Mis padres son los más antiguos de la raza vampirica, son los reyes, por así decirlo-.
-¿Tu eres de la realeza?, creo que voy a desmayarme, es demasiado frustrante, necesito un respiro-. Dije.
En ese momento un mayordomo entró en la habitación con un carro lleno de comida, la llevó hasta una mesa que había en una esquina y me indicó que me sentara.
Comí con ganas, todo estaba buenísimo mientras Tálon leía un libro tumbado en la cama.
Cogí mi macuto y fuí a darme un buen baño, lo necesitaba, estaba totalmente agarrotada y confusa.
Llené la bañera y me sumergí en el agua caliente, tenía que pensar el todo lo que me había dicho Tálon, salí de la bañera, sequé mi cuerpo y mi pelo rapidamente.
Me puse la ropa interior y una camiseta larga, estaba tan cansada que me daba igual que ponerme, salí y me tumbé en la cama de un planchazo junto a Tálon, rió al verme caer así en la cama, dejó el libro en la mesilla y me acurrucó junto a él.
-¿Estas bien pequeña?-. Preguntó.
-Si, estoy bien, solo un poco nerviosa-.
-Relajate Dakota, yo te voy a proteger siempre, solo quiero que sea feliz junto a mí. Disfrutemos de estos momemtos de paz que pronto llegaran las tormentas-. Susurró en mi oído.
Acarició mi cara y besó mi cuello suavemente, nuestros cuerpos se rozaban lentamente, desabroché su camisa y acaricié su torso bien formado mientras le besaba con pasión.
La lujuria tomó posesión de nuestros cuerpos, quedando totalmente desnudos, su cuerpo era perfecto, el color de su piel, cada músculo bien formado y esos ojos de color azul intenso que me hacían enloquecer.
Besaba cada parte de mi cuerpo haciendome sentir más viva que nunca, nos dejamos llevar por el placer y la lujuria mientras me susurraba te amo dulcemente.
ESTÁS LEYENDO
DAKOTA
VampireMi nombre es Dakota, mi vida era normal, hasta que él apareció derrumbando todo lo que para mí era real, haciendome descubrir sus secretos más oscuros. Miedo, sangre y atracción, cual frenesí yo le hacía sentir..... Él, ¡Un vampiro!.