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El sol comenzaba a ocultarse tras las grises e inmensas nubes que adornaban el cielo.

La hora marcaba más de las seis y como si no importará el que estuviera casi anocheciendo, caminaba por la vereda en dirección a su hogar después de haber estudiado un poco en la biblioteca.

Sin prisa subió cada aunó de los escalones que llevaban calle arriba.

El viento un tanto frío soplo moviendo un poco sus largos cabellos castaños que apenas llegaban a cubrir un poco sus cejas y una pequeña parte arriba de sus párpados. Paro su caminar y se acercó a la pequeña barrera de hierro, de un color café, colocando una de sus manos sobre está, contemplando los colores anaranjados y rojizos del cielo que apenas se notaban si no fuera por las grandes nubes grises.

Cerro su ojos respirando profundamente en busca de un poco de aire fresco, pero ironizó en su mente al saber que aquél aire que respiraba era todo lo contrario a uno que le hiciera sentir bien o un poco relajado.

Como si sus pies pesaran, comenzó a caminar de nuevo, subiendo un poco más antes de llegar al que era su hogar. Abriendo la puerta lo único que pudo escuchar fue el sonido de las llaves chocar con la cerradura y el chirrido de la puerta siendo abierta.

Después de haber quitado sus zapatos e ir a su habitación a cambiarse de ropas, se dirigió a la cocina para prepararse algo de comida, aunque fuera solo un poco de comida instantánea. Comió tranquilamente sentado en el sofá de la sala mirando un programa en la televisión en total oscuridad.

Sus ojos empezaban a pesarle y a cerrarse cuando el sueño comenzaba a llegar, pero luchando contra el, se levantó en dirección a su habitación antes de caer dormido.

El sonido del tono de llamada de su teléfono se escucho, no tardó en tomarlo y contestar.

-¿Si? -pregunto sentándose en su cama.

-Beomgyu.

-¿Qué pasa?.

-No podré ir al supermercado.

-...

-Por favor ve -continuo cuando no hubo alguna respuesta.-deje la tarjeta de crédito dónde siempre.

Tomo una almohada y la colocó entre sus manos y piernas abrazándola con algo de fuerza.-¿Algo más?

-No, solo eso. Tengo cosas que hacer, cuelgo.

-Esta bien.-dijo por último alejando el teléfono cuando la llamada finalizó.

Abrazo con más fuerza la almohada girando su cabeza hacia la gran ventana de su habitación, mirando las luces sin fin de las casas que lograba ver. "Solo eso".

Su teléfono nuevamente comenzó a sonar esta vez siendo el tono de un mensaje. Tomo este entre sus manos y lo desbloqueo mirando quieren era.

Jimin hyung

Lindo Gyu, ¿Podrías abrir la puerta?.

Apagó la pantalla e hizo a un lado la almohada y su teléfono, para poder caminar en dirección a la puerta de entrada de su casa.

-¡Sorpresa!. -una voz suave hablo cuando abrió la puerta dando a la vista a un chico de cabellos grisáceos moviendo al aire dos bolsas que por el olor avisaban que era algún tipo de comida.-¿No me invitarás a pasar?-pregunto bajando las bolsas dándole una mirada de desaprobación.

-Pase, hyung. -dijo haciéndose a un lado para que el adverso pudiera entrar.

-Perdón por molestarte, olvide la llave en algún lugar de mi departamento. -hablaba mientras quitaba sus zapatos y Beomgyu cerraba la puerta.-¿Estás solo en casa?. -pregunto caminando en dirección a la cocina, Beomgyu siguiéndolo a sus espaldas.

길. [Soogyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora