Capítulo 12

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—¿Entonces?.— pregunto el rizado

—¿Entonces que?.— hablo el rubio apartando la mirada de su celular.

—No te hagas, ¿Qué ha pasado con Jos?. Hace mucho que los veo compartiendo miradas de amor, ¿Es que acaso Villalpando está enamorado?.— movió sus cejas con burla.

Una estruendosa carcajada hizo que el ceño del rizado se frunciera, ¿Era una jodida broma? ¿No?.

—No veo gracia en mis palabras Alonso.—

—¿Cómo puedes pensar que yo me enamoraría?, Por favor, soy Alonso Villalpando, quien tiene media escuela a sus pies y con eso está más que mejor. Enfrascarme en una relación solo sería una perdida de tiempo.— seco sus lágrimas falsas de tanto reír —No vuelvas a decir algo como eso amigo.—

El rizado suspiro rendido. Mirando hacia el frente y volviendo a sonreír con burla exclamó antes de irse.

—Oh bueno, entonces mi primo Alan tiene oportunidad con Canela.— señalo hacia el frente dónde Jos y Alan estaban platicando tan animadamente —Me ha dicho que es un chico muy agradable, que intentará algo con el. Me voy, le daré tu recado de que ese chico está libre.—

Pero, Alonso no escucho ni la mitad de lo que su rizado amigo le dijo. Pues a pasos apresurados se dirigía hacia aquellos chicos, dispuesto a separarlos.

—Valla, valla, ¿A quien tenemos aquí?.— llegó a lado del pelinegro, pasando su brazo por sobre sus hombros de una forma un tanto posesiva, alejándolo unos pasos del morocho —Lindo, ¿Cuántas veces te he dicho que no quiero que te acerques a el?.— señalo a Navarro

—Él puede hacer lo que quiera Alonso, es su vida, y por lo que veo no eres nada de él para prohibirle a quien hablarle y a quien no.— touché, había dado justo en el clavo, la mirada triste de Jos y el cambio de actitud en Alonso lo hizo sonreír con sorna, aunque sintiéndose mal por Jos, ya que, ahora sabía de quién estaba enamorado.

—Vámonos.— tomo la muñeca del pelinegro y tiro de ella hasta alejarlo de Navarro.

Lo arrastró por toda la escuela hasta llegar a las canchas viejas, mismas que visitaban con frecuencia al querer estar solos.

—¿Qué hacías con Navarro?, No sé si fui claro al decirte que no te quería cerca de el.—

—Sólo estábamos conversando, nada fuera de lo normal.— se defendió Jos

—Te lo dije una vez y te lo vuelvo a repetir, alejate de Alan, no puedes andar con el estando conmigo.— apretó la mandíbula

—Pero... Él tiene razón, no somos nada, no puedes prohibirme algo como eso.—

El rubio se acercó lentamente hacia el pelinegro, abrazo su cintura y acercó su boca al oído de Jos.

—Todas las veces que has estado conmigo, me dicen muchas cosas, esto de aquí.— señaló la parte del pecho dónde se encuentra el corazón de Jos —Es mío, absolutamente mío, no quiero que nadie más, mucho menos Navarro, lo tenga.— dió un sonoro beso en la mejilla de Jos —Adiós bebé, espérame a la hora de la salida, te iré a dejar a tu casa.—

El pelinegro vio como Alonso se perdía en la lejanía, algo en su interior se revolvió con nerviosismo, odiaba cuando se sentía nervioso al tener la presencia de Villalpando tan cerca, su voz susurrándole cosas al oído y sus manos recorriendo todo su cuerpo.

Cada día imaginaba como sería la situación, si Alonso y el fueran pareja, ¿Habría besos? ¿Abrazos? ¿Lo llevaría al cine? ¿Le compraría helado?, Su amor por el rubio crecía en cantidades alarmantes, algo había en el chico que encantaba a Jos.

Bajo su mirada y camino con lentitud por los pasillos, tenía clase libre, así que lo mejor era aprovechar la hora para poder despejar aquellos pensamientos que lo asfixiaban. Había tantos rumores de Alonso por toda la escuela, pero para el solo seguían siendo eso... Rumores.

Pensaba que todos tenían una mala imagen de el por el simple y sencillo hecho de que era muy atractivo, pero las cosas no encajaban. Muchos iban y venían diciendo que era una persona que le gustaba jugar con las demás, solo las quería para un rato y las dejaba. ¿Haría lo mismo con el?, Las dudas siempre lo hacían perderse en sus pensamientos.

—Lamento causarte tantos problemas con Alonso, no pensé antes de hablar, discúlpame por eso.— una voz tras de el logro sacarlo de su lucha mental

—Alan.— sonrió en grande —No te preocupes, no me causas ningún problema. Tienes razón el no es nada mío y aunque lo fuera, no tiene el derecho de prohibirme cosas.—

—En esa parte estoy de acuerdo, ¿Quieres ir por un helado?.—

—¿Podemos salir del instituto?.—

—Claro que sí, hay hora libre.— sonrió y extendió su mano para que Jos la tomara

—Compremos de Chocochispas, es muy bueno.— tomo la mano del morocho entre la suya

—Combinado con vainilla, sabe delicioso.—

—Andando.— tomados de las manos, ambos salieron rumbo a la heladería más cercana a su instituto, olvidando por un momento al chico rubio.

Perdonen la demora, la escuela está acabando conmigo, ya estoy retomando nuevamente está novela.

Quiero hacer unas aclaraciones:

*Alonso es mayor que Jos, por un año, Alonso tiene 19 y Jos 18

*Comparten clases porque Jos está un año más adelante, eso quiere decir que lo subieron de grado por su nivel intelectual.

*No hay versátiles, los roles están definidos

Espero estos puntos puedan lograr que entiendan más el fic. Nos leemos pronto, bye

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⏰ Última actualización: Sep 19, 2020 ⏰

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