4

2.4K 135 3
                                    

Se sentaron a la mesa. Lauren se sentó junto a Camila. El lugar destinado a la señora Sinú, a su izquierda, estaba aún vacío, ya que esta se disponía a traer la comida a la mesa.
- Podemos morirnos de aburrimiento antes que mamá haya traído el primer plato. Propongo mientras tanto que juguemos a las adivinanzas.
Lauren advirtió que Camila hacia señas a su hermana, pero esta menos discreta explicaba:
- No te las des de mujer de mundo, Camila. Lo que digo es cierto. Para cuando empezemos a comer la sopa ya se habrá enfriado. Sólo de camino se enfriara -y concluyó desdoblando la servilleta con impaciencia.
- Hasta tiempo te da de enfrascarte en tu taller.
- Taller?. Pregunta Lauren.
- ¡ Camila tiene un taller magnífico!. Ella estudio orfebrería.
Sinú las interrumpe con una enorme sopera en medio de la mesa. Camila se levantó a servir, primero a Lauren, a continuación a su madre, hermana y por último ella.
- Está deliciosa - gruñó Lauren, comiendo con apetito a la vez que sorbía de la cuchara.
No reparó las miradas de desaprobación por sus modales que Sinú y Camila intercambiaban. Sofía de vez en cuando levantaba la vista de su plato, encantada y divertida, cuando Lauren cometua una incorrección que sabía que su hermana desaprobaria. La cena transcurrió casi en silencio pero, cuando ya terminaban el asado, Camila miro a Lauren directamente.
- ¿ Iremos mañana al notario, Mía?.
- Cómo tu quieras....
- Tendremos que ir a la ciudad a comprarte ropa antes de presentarnos en el despacho.
Lauren vaciló un momento. Ella tenia la maleta llena. Se había ocupado de renovar  su  vestuario en Vancouver.
- Creo que la que traigo será suficiente. Gracias, Camila.
- Yo no lo creo así - insistió está -.¿ cuantos trajes haz traído además del que llevas puesto esta tarde?.
Lauren se quedó pensativa, para regocijo de Camila. Ella dedujo que la joven debía pensar que su maleta estaba repleta de ropa inadecuada.
- ¿ Me hará falta otro?- respondió
- Tendremos que dejarnos ver por la ciudad para que todos sean testigos de que al final nos hemos reunido - Concluyó Camila amargamente.
- No creo querida Camila, que desees empezar en este momento una conversación sobre nuestro matrimonio. Camila la miró con furia y de mordió el labio inferior.
Sinú un tanto sobresaltada, Intervino:
- Si les parece podíamos ir al salón de música.
-  Yo no - Camila se levantó con una energía innecesaria y salió de la estancia echa un demonio.
Sinú con mucho tacto intentó aliviar la tensión:
- Sofía, podría acompañar a Mía al salón de música mientras yo retiro los platos. Sofia se levantó de un salto, encantada de que no la pusieran a recoger la mesa.. Sinú añadió -: No te olvides de ofrecerle un brandy.
Lauren siguió a Sofía al cuarto de música.
- No te dejes impresionar por Camila - le dijo en tono confidencial -. Siempre está de mal humor por culpa de las facturas que nos llegan. No para nunca de decir que la mansión un día se desplomara sobre nuestras cabezas y que no podremos ni arreglarla.
- Ahora si podremos -respondio Lauren a Sofía en el mismo tono confidencial. - Una vez se haga cargo de la herencia el mal humor de Camila se evaporara.
- El mal humor de Camila no se evaporara hasta que la pongas sobre tus piernas y le des un buen par de azotes. Sofía se hundió, con un gracioso gesto de resignación, en su butacón. - Mamá le ha dicho miles de veces que puede vender la mansión e irnos  a vivir a un lugar más modesto, pero Camila no quiere oir hablar de eso.
- Seguramente espera que vivamos las 3 aquí como viejas solteronas hasta que la muerte nos separe-.
Lauren no pudo evitar una carcajada:
- ¿ Una vieja solteronas tú?.
- ¡ Yo no seré una vieja solterona! . Protestó Sofía - Pero mamá y Camila si lo serán.
Lauren la corrigió:
- Tu hermana Camila no está soltera, recuérdalo. Estas hablando con su esposa, tu cuñada.
Sofía río con picardía:
- ¿ La visitaras está noche Mía?¿ Vas a folzarla?.
La voz de reproche de Sinú interrumpió aquella frívola conversación.
- ¡Sofia!. Exclamó Sinú que la miraba escandalizada. - creo que ya es hora de que te vallas a la cama. Trasnochar solo acaba desatando tu lengua para decir inconvenientes.
Sofía miro a Lauren con picardía y se inclinó hacia ella.
- Antes le daré un beso de buenas noches a mi cuñada, mamá . -Hasta mañana, Mía.
- Hasta mañana, Sofía. Se despide Lauren.
Camila levantó la mirada de su trabajo al darse cuenta de que alguien la observaba desde la puerta. Apagó el foco que iluminaba el broche que estaba terminando, para que no le impidiese ver la figura que seguía quieta en el umbral.
Al ver la silueta de Lauren se sobresaltó y  el broche cayó de su mano.
- ¡ Mira lo que has echo!¡ Me has asustado!. Me hubieras avisado que venías.
Lauren avanzaba y tomaba lugar en una banqueta frente a Camila..
- ¿ No vas a dejarme verlo?. Preguntó extendiendo la mano en dirección al broche.
- Nunca enseño el trabajo antes de concluirlo. Responde Camila de manera hostil.
- A mi me gusta ver el trabajo en proceso. Dijo Lauren con la mano aún extendida. - Da una idea de como funciona la mente que lo realiza.
- La joyería no es una ciencia exacta, Mía....Y supongo que la minería tampoco será un modelo de orden y limpieza.
- No lo creas. Dijo Lauren sin darse por aludida. - La extracción de los minerales ha de ser metódica para conseguir la máxima limpieza. Déjame vr ese....no recuerdo como lo llamó tu hermana.
Camila no respondió, vaciló un momento y luego le extendió la joya.
- Eres muy fría, Camila. Este broche lo refleja perfectamente - dijo Lauren por todo comentario.. las piedras preciosas y semipreciosas han sido forjadas por el fuego. Tiene que haber fuego en ellas una vez montadas para recordarnos su origen. Pero tú -movió la cabeza-... Eres hielo puro. Tu montaje es delicado pero definitivamente academicista .
- ¿ Tanto sabes de piedras preciosas?. Respondió ella, herida por sus comentarios.
Lauren depósito con cuidado el broche sobre una gamuza y se llevó la mano al bolsillo, donde guardaba su amuleto predilecto.
- Mira esto. Abrió la mano y en su palma apareció una pequeña pepita de oro.
Camila abrió desmesuradamente los ojos.
- ¿ Es...tuya?. La tomo de las manos de Lauren, examinandola con curiosidad..- La encontré hace años en el Yukon. Ya no queda oro, tan puro como este. Que pensarías al ver brillar algo semejante a esta pepita en la nieve?
- ¿ En el fuego?. Pregunta Camil, de repente interesada en la conversación que mantenían.
- Exactamente. En el fuego..en el sol, en lo único capaz de fundir el hielo - volvió a tomar entre sus manos el broche de Camila. - Con este trabajo aún no has llegado a la esencia de la vida. Haz puesto toda tu atención en ella, toda  tu técnica pero no el corazón.
Camila le arrebata el broche y lo pone en la mesa.
- ¿ Has venido sólo a darme una conferencia sobre la buena orfebrería?.
- No, Camila. He venido hablar de tu carta y ciertas intenciones...
- Habla...
- ¿ No te parece demasiado precipitado divorciarnos tan pronto como usted en poder de la herencia?pregunta Lauren.
- Sabes perfectamente que una vez cobremos la herencia no habra ningún motivo para mantener esta relación impuesta.
- Está relación empieza ahora, Camila. Los 3 años anteriores no cuentan.
Lauren percibió la alteración que había producido en ella sus palabras. El ritmo de su respiración se aceleró.
- Está relación se acaba antes de empezar querida esposa. Dijo con ironía, Camila.
- Sólo empieza, Camila, yo tengo algo que decir también sobre cuando llegará el final... Si llega.¿ Imaginas que el notario quiera pruebas de la consumación del matrimonio?
Camila levantó los ojos y se echó a reír de forma artificial.
- ¿ Crees, Mía, que estamos todavía en la época en que los padres acudían a comprobar si había sangre en las sábanas donde los novios se habían acostado, tienes una imaginación febril, Mía?.
- Si deseas divertirte con alguna mujer espera a regresar al Yukon para que encuentres a una que no le importen tus modales. Yo no tengo ninguna intención de prestarme a tus insinuaciones. Eres peor de lo que me había escrito el tío Bill.
- No dijiste eso en el aeropuerto, cuando me viste por primera vez.
Camila la miró con desdén.
- Aún no había visto como te desenvolvias. A veces un traje puede hacer milagros. De donde nos ocuparemos Mañana. Concluyó despectiva.
- No te preocupes....tendremos tiempo de solucionar todos nuestros problemas. En cuanto al Yukon...yo tú, no estaría tan segura. Quizás tengas que verme mucho más a menudo de lo que deseas, Camila.
Salió de aquella habitación sin volverse la cabeza.A lo largo de pasillo el punzón de Camila clavaba en la recia madera de pino acompañaba sus pasos.

Sorry por mis faltas de ortografía pero comienzo a escribir y para me da flojera.
Verdad que la Camí es veneno😉pero pronto le doman ese carácter suyo jjjj.
😘😘😘🇨🇺🇨🇺🇨🇺🇨🇺

Tú no eres mi esposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora