Honor

33 1 0
                                        

A pesar de la calidez de el cuerpo de mi hermanastro y lo mucho que extrañaba sentir el plumaje de su pecho, no pude dormir. Me permití sentir lo reconfortante que eran los músculos en su cuerpo, antes de levantarme encontré más heridas que la vez pasada. Especialmente en las alas de Nicolhail, tenían unas irregularidades visibles únicamente a corta distancia, unos "parches" de plumas tenían  un tamaño menor y evidentemente diferente color. (Solo  más claras que el resto) Con mayor inspección era claro que estas plumas bebés acababan de nacer hace un par de semanas.

- ¿Pero que te hicieron?- Susurre en su pecho, inhale aire entre sus plumas. Espere un poco y después decidí levantarme con cautela de la cama e ir a limpiarar los fluidos de mi pelaje. Terminé de darme un segundo baño por el dia, Nicolhail ahun dormía. Las ganas de regresar a acostarme y dormir  seguían presentes, sin embargo yo sabia que tenia que empacar. Regresé a mi habitación con cautela ya que no quería hacer ruido y despertar a Nicolhail. Opté por cambiarme de ropa justo ahí. Debo confesar que era una buena sensacion mirarlo dormir unos minutos antes de dejar la habitación para ir a limpiar la cocina, después de todo alguien tendría que recoger todos los escombros de lo que alguna vez había sido una pared.

Mientras recogía todas las piezas de madera y transportaba al frente para que se comprimieran en algún momento con las carretas jaladas por caballos de quienes posiblemente pudiese visitarnos (Como si tuviesemos muchas visitas).  Estuve haciendo esto por un par de horas al menos.

- Hey.-Nicolhiail salió de la habitación con una toalla alrededor de su cadera y se acercó.- Uhm... ¿Tenemos agúa caliente?- Me cuestionó.- ¿Para que?- Su petición fue extraña en ese momento. Nicolhail se mostro ligeramente conflictado con respecto a mi curiosidad.- Para mi.  Necesito un poco.- ¿Para bañarte? Mamá tiene un ente elemental atrapado en la fondo de la tina, solo activa las ruinas y lo despiertas, te puedo mostrar como utilizarlo.- Nicolhail se frustró un poco mas.- No es para eso, agua caliente nos hace propensos a perder el plumaje. Asi que no, gracias. -Se ofendió ligeramente pero lo tomó con humor, podía notarlo por el tono de voz con el que habló. -¿Desde cuando te preocupas tanto por tus alas?- Pregunté con sorpresa exagerada. -Desde que casi las pierdo. -Dijo de una manera fria y dio media vuelta. Es necesario mencionar que esa toalla cubría mayormente su frente y al darse la vuelta me permitió ver la parte de su cuerpo que no había logrado ver mas temprano.

- ¡No. Grandote, ven, regresa!- Por un momento pense en seguir a Nicolhail de regreso a su habitacion pero solo me detuve adentro de la cabaña en la que estaba el comedor y cocina. De pronto me llegó un golpe de realidad, mi madre y Pretelius llegarían en cualquier momento y tendríamos que hablar acerca de mi futuro. La mayoría de las fursonas de mi edad ya tienen un destino planeado frente de ellos mientras que yo estaba jugando a luna de miel con mi hermanastro. Toda esta realización llegó a mi mente al mismo tiempo que me percaté de que aun había una charla pendiente con mamá, el pensar en eso me ponía tenso y nervioso. No sabía como reaccionaría cuando escuchara que deseaba ir a la academia Jenoffonte sin ninguna habilidad mágica ni exámenes de prueba previos o invitación alguna y lo que era peor... a solas con Nicolhail, sabía en ese instante que su reacción no sería de manera positiva.

Su voz interrumpió mi pensamientos (No sé que dijo honestamente.) y vi en sus manos un contenedor de malgora en polvo, una flor amarilla que una vez mezclada con agua o miel se convierte en una pasta utilizada para tratar quemaduras y raspones.-¿Que pasa?-El águila se encontraba frente mio con una sonrisa en su rostro, me di cuenta que se habia percatado de mi estado de ánimo, supongo se dio cuenta por mi rostro. Ya tenía sus medias puestas y una armadura con nuevas telas estaban en su brazo. Finalmente mi hermanastro estaba listo para tomar un baño. -¿Crees que me pudieras enseñar como usar esa cosa con agua caliente?- Yo solamente le sonreí diciendo.-Seguro, sígueme.-

Fennek El IlusionistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora