Fennek El Ilusionista

Alexius

-¡¿A dónde vas?! ¡Necesitamos ayuda!- Mi tono de voz, la cual ya había hecho obvia mi  desesperación inicial, se hizo mucho más fuerte y se dejó escuchar hasta adentro de las cabañas en todo Mudwarg. Esto lo sé por qué más de la mitad de los hogares (tal vez diez o doce) abrieron sus puertas y al menos una o dos fursonas salieron de estos hogares. -No es mi problema!- El individuo canino de pelaje azul, quien estaba más cercano a nosotros mostró sus colmillos después de finalmente dignarse a responder de manera oral a mis peticiones.

Estaba tan cerca, si esta fursona no me ayudase... Tal vez no tienen un médico en un lugar tan precario como este pero hay suficientes techos en esa pequeña villa como para encontrar quien le diera refugio a Nicolhail mientras iba a traer ayuda de Castlerock. Mi pensamiento fue interrumpido por el desenfundar de su espada curvada y repentino cambio de posición, ya que la dinámica de nuestra interacción se convirtió en hostilidad por parte suya. Así fue como una vez más me encontraba impotente y vulnerable sin manera de protejerme, como un cachorro recién nacido. Después de observarme con cautela por un puñado de segundos, el canino de pelaje azul y labios delgados pareció murmurar algo para sí mismo (Tal vez un hechizo de protección o refuerzo personal).- Cuantos vienen contigo!?- El canino gritó en lo que era claramente una oportunidad, si yo decía las palabras correctas, este perro u lobo ayudaría a mi hermano convaleciente a quien ya le había dado la última de nuestras pociones de regeneración robadas. Una vez más mis pensamientos fueron interrumpidos por el imponente gritar de este lobo que claramente no estaba jugando, esto último mencionado por que su posición hostil no había cambiado en lo absoluto. -Está siguiéndote? O viene contigo?!- La hostilidad por su parte solo aumentaba. - No lo sé.- Fue mi respuesta. 

El lobo se aproximó a mi dirección y en menos de lo que yo mismo pudiese anticipar mi accionar, tomé mi arco y una flecha de mi espalda, las cuales en menos de un parpadeo, le apunté fijamente al lobo, (Ya a más corta distancia la diferencia era más perceptible y clara.) quien parecía no verse inmutado en lo más mínimo, una parte de mí se sintió ofendido, así que solté la flecha directamente a su pecho. Lo que realmente pasó después me entere ya una vez que la pelea terminó, al momento había creído que personalmente asesinaría por primera vez. De cualquier manera, en realidad estaba muy equivocado, a media trayectoria en el aire, mi flecha fue atraída al suelo con el simple mirar del lobo, como si se tratase de poderes de un domador de viento, como Nicolhail. En realidad este individuo llamado Alexias, es un Evocador Oscuro, una especialización mucho más rara que ser solo un domador de viento, esta doctrina (Explicada mas tarde de la boca del mismo Alexias) se especializa en encontrar elementales oscuros, espectros, fantasmas y criaturas que han brincado desde su plano de existencia original, al cual, en donde según la cultura de bosque central, tienen que ser regresados o acogidos por un Evocador Oscuro para ser guiados y encontrar el lugar al que pertenezcan. Y fue el uso de estas habilidades lo que jalaron mi flecha en dirección al suelo, jalada por su propia sombra para ser específico. 

De cualquier manera, después de ver mi fallido intento por defenderme, el lobo llegó a mi posición en menos de tres segundos y me golpeó con el protector en la empuñadura de su espada, la cual dolió. - Cuantos son!?- Gritó el lobo mientras que yo muy heroicamente en cuclillas y con una de mis manos en mi frente respondí.- Dos! solo yo y mi cohorte!- Sin dejar pasar un segundo, el lobo corrió en dirección de donde habíamos llegado. Yo tenía problemas de balance después de ese golpe tan duro en mi cabeza e inclusive un oído estaba zumbando de manera incesante en mí.

- Lo trajiste!?-  El lobo había regresado, voltee a verlo, estaba asegurando un libro en su costado derecho y su espada ya no estaba apuntando a mí, estaba en dirección al suelo, mismo que recibió la punta de la hoja metálica primero y después la empuñadura misma al ser reposada de manera tan tranquila y cuidadosa como con la que colocarías algo valioso e irremplazable. Mi incertidumbre se acrecentaba mientras Alexius se aproximaba a revisar a Nicolhail, ya que este sujeto no parecía medico en lo más mínimo, sus pantalones de piel, hombreras y capas eran de color negro y su utilidad era claramente de protección para pelear y la intemperie. -Veo la mancha de sangre fresca pero no la herida, le diste pociones de regeneración?- El lobo me cuestionó inmediatamente, aunque parecía más como que él no necesitaba de mí para saber que Nicolhail había bebido pócimas de regeneración recientemente. -De donde las sacaste?- El lobo continuó con su serie de cuestionamientos. -Unos atacantes. Esta mañana los asesinamos.- (Nicolhail realmente mató a la mayoría y yo apenas y logré sacarnos de ahí)-Los Kriaxis?- El lobo preguntó mientras estaba de rodillas quitándole la armadura y cortando tela de la capa de Nicolhail. - No sé su nombre, nos intentaron atracar y destruyeron nuestra carreta, asesinaron a nuestros Derps. - Comencé a quebrarme frente a esta fursona que yo apenas acababa de conocer y de quien hasta este punto aún ni siquiera sabía su nombre, esto último estaba a punto de cambiar.