Ni tu ni yo©+18|Harry Styles|

Capítulo 2

El fin de semana ha pasado como siempre, he ido a trabajar, y de vez en cuando escuchaba cómo Cat hablaba sobre un chico misterioso del que no me quería decir su nombre, pero se notaba que le gusta y mucho.

Cómo todos los lunes salgo de clases de pintura, hoy se me ha hecho un poco tarde y está oscureciendo.

Decido tomar un atajo y tirar por los callejones, por ahí no tira nadie, ya que es donde se esconden los traficantes y los drogadictos de la policía, pero es la única manera rápida de llegar a mi casa y si me limitó a andar con la cabeza agachada no creo que nadie se vaya a fijar en mi.

Mientras voy por los callejones me limitó a no mirar a nadie.

- Oye guapa, ¿donde vas? - me dice un hombre demacrado y vestido de negro, me asustó y aceleró el paso.

De repente me chocó con alguien y casi me caigo al suelo si no fuese porque esa persona me agarra de los brazos.

- ¿Qué haces tú por aquí? - esa voz se de quien es y lo se porque la odio.

Alzó la vista y me encuentro con un guapísimo rubio enorme, con unos asombrantes ojos azules, agarrandome de los brazos y a su lado Sam mirándome sorprendido.

- He tomado un atajo para ir a casa. - le respondo recuperando la compostura.

- Vale, te vienes con nosotros. - dice como si me lo estuviera obligando.

- Yo no voy contigo a ningún lado. - le digo de mal humor.

- Sam es la primera chica que veo que en vez de tirarsete a la brageta, te pone las cosas clara. - comenta el chico rubio riéndose de Sam.

- Tu te callas Tom. - lo dice sin dejar de mirarme seriamente - Y tu te vienes con nosotros digas lo que digas, ¿o prefieres irte con alguno de ellos? - dice señalando con la cabeza a los drogadictos que hay por lo callejones.

Me quedo en silencio y le mantengo la mirada, a lo cual él entiende que estoy aceptando su obligación a que me vaya con él, a lo cual me pasa el brazo por los hombres y me gia hacia donde andan ellos.

- Pues vamos en dirección a mi coche, os dejaré en vuestras casas. - me dice, mientras yo le miro con cara de asco.

- Vale, me llevas a mi casa, pero que corra el aire. - digo mientras le quieto el brazo de alrededor de mi cuello, mientras el y Tom se echan a reír.

....
Caminamos unos 3 minutos hasta que llegamos a un precioso Chevrolet Impala del 67 negro.

- ¿Este coche es tuyo? - me vuelvo hacia Sam y le pregunto sorprendida.

- Sí, es mío. - dice con una leve sonrisa de orgullo.

- Creo que le gusta más tu coche que tu, tío. - dice Tom con una sonrisa.

- Eso no te lo crees ni tu, yo le gusto a todas las chicas. - le responde Sam muy seguro de si mismo.

- Holaaaa, estoy aquí, y perdona que te diga pero no eres mi tipo así que no todas las chicas están detrás de ti. - le digo volviéndome hace él haciendo que niegue con la cabeza mientras sonríe.

- Tom siéntate atrás, tu alante conmigo. - dice Sam mirándome fijamente.

....
El camino a casa de Tom ha sido algo incómodo ya que Sam no paraba de mirarme de reojos, y de vez en cuando Tom dejaba de caer algún que otro comentario que yo no llegaba a entender, pero eso hacía que Sam sonreirá.

Tras dejar a Tom en su casa, Sam se gira hacia mí y no me quita el ojo de encima.

- ¿Qué? - le digo mirándole sorprendida y un poco asustada.

- No me has dicho donde está tu casa. - dice sonriendo, y en ese momento suelto todo el aire que estaba conteniendo.

- Yo te gio. - digo sin mirarle girandome hacia el parabrisas.

Sam comienza a conducir sin decir nada.

La tensión se palpa en el ambiente, no me muevo en el asiento y clavo la vista hacia delante, él se limita a conducir y a mirarme de reojos.

- Relájate no te voy a comer, bueno, si tu me das permiso puede. - dice sonriendo y haciendo que le mire con los ojos muy abiertos, lo cual le hace reírse.

- Va a ser que te vas a quedar con las ganas. - le digo volviendome a gira hace delante.

- Pues no sabes lo que te pierdes, miles de chicas harían lo que yo quisiera si se lo pido. - dice mirándome de reojos.

- Mira te voy a decir las cosas bien claras, yo no soy como el resto de las chicas que conoces, yo no voy a ir detrás de ti, ni diciéndote lo precioso que son tus ojos o lo dulce que son tus oyuelos cuando sonríes, así que si esperas eso de mi te vas a llevar una gran decepción y en ese caso es mejor que te vayas buscando a otra. - le digo muy seriamente mirándolo.

- Sabes que pasa que eso es lo que me llama la atención de ti, me gustan los retos y eres la primera chica que no se me tira encima, y eso me atrae mucho de ti, el simple hecho de que me rechaces una y otra vez y que te me resistas. Y que sepas que no voy a parar hasta conseguir lo que quiero. - dice mirándome directamente una vez que ha frenado enfrente de mi casa.

Me giro hacia mi ventanilla y veo que estamos en mi casa, la cual no es muy grande solo contiene dos habitaciones, un baño, una cocina y un salón.

- ¿Esa es tu casa? - dice Sam con un ligero tono de sorprendido.

- Sí, esa es mi casa y espero que esto te haga entender que no soy una pija que solo le interesa la ropa y el dinero que tiene en la tarjeta de crédito. - digo girandome hacia él, haciéndole entender que no soy como el esperaba.

Me bajo del coche sin despedirme de él y voy hacia la puerta, cuando derrepente siento sus manos firmes en mi cintura haciéndome gira y hace que ponga mi espalda contra la puerta.

- Besame. - me manda mirándome con algo de deseo en sus ojos.

- De eso nad... - no me deja terminar la frase cuando junta nuestros labios en un beso algo extraño al principio ya que yo estaba asustada y no me movía, pero luego una parte de mi que no conocía salió y el beso se convirtió en algo más pasional, se convierte en algo que ni él ni yo nos esperabamos, pero cuando por fin vuelve la parte que conozco a la perfección de mi y me doy cuenta de que lo que estoy haciendo no está bien, corto el beso y rápidamente abro la puerta y me mentó en mi casa.

Me dejo caer al suelo, no me puedo creer lo que acaba de pasar, pero lo más fuerte de todo es como le explico yo ahora a Cat que me he besado con su primo, con él mismo que quería sacarle los ojos no hace más de 3 días.