Políticamente Correcto, es una historia ficticia, acerca de Zair de Lacroa, hijo del primer ministro de Francia, estudiante en Oxford Univesity. Teniendo una gran ambición por el poder, se postulará por 6ta vez consecutiva a la dirección del cuerpo...
Y así, damos inicio a la ridícula fiesta navideña. Está Navidad la pasaríamos en Inglaterra, ¡Para mí suerte!, aunque últimamente he estado muy ocupado con la universidad., los chicos y Yo, estuvimos yendo porqué debíamos rendir finales, y bueno para preparar la gran asamblea de votación anual del próximo presidente estudiantil. De las cuales obviamente habría de ganar, sin duda, para eso habíamos puesto en marcha el plan Z; esté plan tenía como objetivo quitar de nuestro camino a Katerin, pero teníamos varios obstáculos, mí madre en especial, Verónica Loge, era un gran problema.
_Bueno, dejando eso de lugar, debo prepararme para la fiesta que tendremos en la mansión Harrison. La verdad, siento que es una pesadilla. Quién diría que los padres de Liam y los míos tuvieran tan buena relación, son una especie de amigos de hace muchos años, eso parece y yo voy, y me enamoro del hijo de los Harrison. "Enamoro", es una palabra extraña para mí gusto. Hablando de Liam me ha estado llamando y escribiendo durante ayer y hoy. Pero no pude responderle y tampoco a las llamadas, es que me siento muy mal por todo, no por haber hecho el amor con Él, sino por tener que irme y probablemente dejemos de vernos por mucho tiempo. Además no puedo hacer nada al respecto. Eso me molesta mucho más aún y lo peor de todo es que hoy lo veré toda la maldita noche.
[20:00HS. PM]
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《Hora de ir a la Mansión Harrison》
Durante el viaje en la limosina sonaba lo ultimo de Harry Styles, yo como un idiota sólo podía pensar en Liam y en esos apasionados besos, que no salían de mí mente. Al cabo de unos minutos escuché una voz que me saco de mis pensamientos.
- Zair, ya llegamos, ¡vamos! _Era mí Padre. En cuanto a mí madre respecta sé había adelantado a saludar a todos los que nos esperaban con ansias, especialmente la irritable prensa. Luego de unas fotos y algunas preguntas a mis padres de los reporteros, ingresamos a la casa.
¡Llegamos al fin! _Sólo eso pude decir, después de contemplar a ese radiante rostro que estaba en el sofá de la sala de estar. Ahí estaba Él; el chico más adorable y encantador que jamás habría conocido, Liam Harrison.
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