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Sakura estaba soplando exactamente veintidós velas en su pastel de cumpleaños.

La anciana, Arid, aplaudía de manera alegre a su lado.

-Veintidos años -dijo muy emocionada aunque no sabía con exactitud la edad de Sakura -ya eres toda una mujer.

Sakura miró con ternura a la mujer que lloraba,y que por doce años había cuidado de ella. No era su madre, pero era la única familia que tenía y Sakura estaba segura que ella la amaba como si fuera la suya.

Luego de comer pastel, fue al baño y cepilló sus dientes mientras en el reflejo del espejo justo arriba de su frente pudo ver la cicatriz que tanto odiaba y un flequillo cubría.

Aquella cicatriz significaba todo lo que había perdido. No sabía con exactitud quien era y que había Sido su vida antes de que la vieja la encontrara tirada en el bosque casi agonizando.
Lo que sí sabía, es que por aquel entonces era incontrolable y que en ella había una furia que alejaba a los demás . Los médicos dijeron que fue estrés postraumático ya que con sus condiciones físicas era casi un milagro que se encontrara con vida y que los acontecimientos que la llevaron a estar desnuda, cubierta de sangre y lesiones por todo su cuerpo, le hicieron desarrollar como mecanismo de defensa un comportamiento bastante hostil y amnesia temporal.

La única persona que Sakura toleraba a su lado era a la anciana, pues ella la había encontrado y cuidado hasta haber podido buscar ayuda. Normalmente no le darían la custodia de una niña a una solitaria anciana pero por el comportamiento de Sakura no hubo otra opción. Pues cada vez que una pareja se acercaba a ella no podía evitar gritar , morder, patalear y por último correr de ellos.

Los médicos decían que parecía un animal herido, tenían la ilusión de que recordaría con el tiempo, pero eso nunca pasó.

-¿Irás a trabajar hoy? - pregunto Arid desde la cocina.

-Por supuesto - no había un solo día en que Sakura falte a su trabajo.

-¿Llueve lo sabes?

-Es sólo agua ¿Sabes? - Sakura salió del baño y fue a la cocina, donde no perdió oportunidad de besar a la vieja en la frente - voy a usar paraguas además no soy azúcar, no me voy a disolver.

-Los truenos están fuertes.

-Los truenos están en el cielo ¿Por qué se molestarían en bajar a la tierra?-dijo divertida.

-Necesitamos un auto - dijo la anciana con pesar.

-Me gusta caminar.

-Me gustaría darte más cosas pero estoy tan vieja..

-Arid -Sakura tomó el rostro de la anciana entre su manos -me diste una familia, presiento que nadie me hubiera dado una mejor que tú.

Arid largo lágrimas de felicidad para luego abrazar a Sakura.

-Cuidate mi niña.

-Llama al bar si me necesitas -dijo Sakura saliendo de la casa.

Por alguna extraña razón Sakura amaba la lluvia, en Irlanda había torrenciales pero Kilkenny recibía una cantidad que no rayaba lo absurdo. Así que en la frescura del lugar se sentía cómoda, sabía que ir a vivir a la ciudad no era una opción ya que la vieja no lo permitiría y de cierta forma estar alejadas de todos tenía su encanto.

Se tardaba más de lo habitual en llegar a su trabajo, pero igualmente siempre era puntual con sus horarios.

Al llegar al trabajo sintió escalofríos como si algo la estuviera viendo,  su pecho se llenó de una sensación peculiar. Sin poder evitarlo llamó a casa y tras no obtener respuesta sabía que algo malo había pasado.

Mortal [ B O R R A D O R ] SasusakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora