Mortal [ B O R R A D O R ] Sasusaku

13. "No puedo hacerlo".

Las paredes son de un gris azulado, están hechas de piedras enormes. La luz no pasa excepto por la pequeña abertura que hay en el techo, aún así es todo oscuro y muy humedo. El ruido de unas cadenas suena fuerte y claro pero no tanto como suena el llanto de la niña en el centro del lugar. Cuesta ver su rostro, está gacho, pero su cabello rosado cubre la mayor parte.

Llora, llora como si estuviera agonizando. Toca su pierna que está resguardada con cadenas.

Sus manos están rojas, con sangre. Su propia sangre, ha limpiado la herida que hay en su pierna. De ella brota mucha, pero no es la única herida en su cuerpo, el causante de todas y cada, está a su frente, parado, erguido con una daga en su mano.

—¡Levantate!— grita — Toma la espada.

Sakura mira la espada a un lado de ella, estira su mano para tomarla pero se arrepiente y vuelve a a tocar su herida.

—¡No puedo!— dice entre llanto.

—¿Cómo vas a poder matar a alguien si no eres capaz de herirme?

—No eres mi enemigo — le grita —no lo eres.

—Todos son tus enemigos — dice de manera lenta el enmascarado. — To - dos.

—¿Por qué? —grita de una manera desgarradora — ¡Dime porqué!

—¿Sabes por qué? — dice acercandose de una manera lenta a ella — Porque nadie te ayudó, nadie estuvo allí cuando mataron a tu madre — grita cerca de su rostro —¡Nadie! Ni siquiera yo ¿entiendes?

Ella no responde, en cambio llora más profundo.

›› Nadie, absolutamente nadie impidió que la descuartizaran — dice él bajando la voz.

Luego le da la espalda, y camina lento. Cuando siente un ardor en su espalda, lleva la mano izquierda justo en el lugar y mira como se han manchado igual a las de ella.

— Es un corte limpio — dice el hombre como si le costara respirar. Gira lentamente y mira a sus espaldas. Ella sostiene la espada con el filo bañado de su sangre, su mirada es tenaz aunque no deja de largar lágrimas y su respiración es agitada — creo que pronto estarás lista.

Dice entes de caer duramente en el suelo. El golpe que se escucha es claro pero no da tanto como el de la sangre goteando de la espada de la mujer.

Luego todo es negro, negro como aquel día.

Sakura abre sus ojos, en ellos hay lagrimas, muchas y respira agitada.

—Ey — la voz de Sasuke la tranquiliza— tranquila, estamos en casa.

—Sasuke — ella se aferra con fuerza a él — Sasuke, otra vez.

—Lo sé — dice tocando su cabello — lo sé.

—No quiero dormir .

—Debes dormir, es bueno para ti.

—No, no puedo — dice con la voz temblorosa , mientras sus resecos labios tiemblan.

—Toma — le pide, mientras le extiende un té frío. Ella lo bebe y de inmediato sus ojos se cierran. Sasuke la acomoda en la cama y observa el pequeño bulto en su vientre. Han pasado tres meses, muy largos para él. Se ha ocupado de su vínculo, de cuidar lo más que podía al pueblo aunque eso no haya sido suficiente para evitar muertes de varios de los suyos estos meses.

Sale de la habitación y camina a la parte este del castillo, va a uno de los balcones para tomar aire.

Al llegar nota que hay dos mujeres, una de ellas es de la que ha escapado por meses, otra es su amiga de la infancia.

—¿Me dirás dónde está? — la voz de Izumi, no es nada amable.

—No lo sé — miente, ya que sabe perfectamente que fue al reino de las brujas pero no regresó. Esperaba que no se haya quedado con aquella que era su creadora. Pero sus esperanzas se estaban acabando.

— Mientes — dice ella y sale furiosa del lugar.

—No eres bueno mintiendo — le dice Arai, una vez que Izumi se ha marchado.

— Y tú eres grandiosa en eso — le responde él, mientras camina y apoya sus brazos en la baranda del balcón —¿Cuando le diras a tu esposo de tu romance?

—Mi romance no jode al pueblo, en cambio que Itachi se vaya, sí.

—¿Crees que no lo sé?— Sasuke suspira — estoy cansado.

—Dime donde e iré por él.

—¿Tú?— Sasuke rie frustrado — ¿cómo no se ha enterado tu marido que estás embarazada?

—Sasuke ...— La voz de Arai, es de cansancio — dime donde.

—¿Crees que te dejaría ir así? Es riesgoso. Además necesito que te quedes aquí — dice él mirandola a los ojos.

—No, no, no — Arai se empieza a preocupar porque Sasuke jamás le pedía algo porque sí. — conozco tu mirada, es la misma que hiciste cuando te fuiste aquella vez ¿te quieres ir?

—No puedo hacerlo — responde.

—No te atrevas a irte, el pueblo te necesita.

—No soy el líder y no quiero serlo.

—Sasuke, hasta que Itachi regrese tú, Shisui y  Madara van a estar a cargo pero todos confían en ti, más que nadie y lo sabes.

—¿Solo porque los salve una vez piensan que puedo hacerlo de nuevo?

—Puedes, Sasuke. Eres el único en quien confían, eres el único que puede cambiar de forma.

—No puedo hacerlo.

—¿Qué hay de Sakura y el bebé? —pregunta desesperada —¿vas a dejarlos y ya?

—No puedo ayudarla, hace meses que no duerme bien y no pude protegerla en la boda. Tú en parte tienes la culpa. Deberías cuidarla.

—Sasuke, no me pidas eso — dice ella acercandose a él y tomando de sus brazos —no me hagas cuidarlos por ti.
—Debo ir..

—Sasuke.— dice ella casi en un susurro.

—Te los encargo. Yo no puedo quedarme pero tampoco puedo abandonarlos, buscare a Itachi.

—¿Y si él no vuelve ? ¿volverás tú?

—Es algo que ni yo puedo responderte.

(...)

Nota de autor:

¡Si que les he puesto los pelos de punta! Jeje , intento complacerlas pero lo real es que la historia ya tenía una estructura desde el momento cero, en que empece a escribirla.

Mortal está casi por terminar.

Recuerdo que empecé mortal en el mes de diciembre y ahora ya va por sus 30k , a tan solo tres meses ¡no lo puedo creer! Gracias y gracias doble por estar aquí.