Mortal [ B O R R A D O R ] Sasusaku

14 "Nacimiento".

Sakura

Mis repentinas pesadillas parecen rompecabezas. No logro conciliar el sueño, la idea de no poder escapar del mal que acecha dentro de mi cabeza es algo que me da pavor, cuando el enemigo eres tú mismo, tienes todas las de perder.

Yo perdí.

Perdí horas de sueño, perdí muchas lágrimas del cuerpo, a Sasuke y lo más importante quien era.

¿Quién soy?

Una puntada llega a mi cicatriz cada vez que lo pienso. Aquí es donde pienso que la vida es muy injusta, no me deja saber quien soy realmente, pero me hace pagar por todos los pecados de "la sakura anterior".

Ella era despiadada, no perdonaba a nadie, durante todas mis pesadillas pude ver las cosas de las que era capaz, de todas las personas que había asesinado, de la sangre derramada y el caos. Primero era una niña indefensa, obligada a entrenar, llena de heridas sangrantes y llanto. Pero una vez que hizo un corte con su espada no paró de hacerlo más. Primero a él, el hombre enmascarado, después a contrincantes formidables, luego a personas inocentes.

Era como ver tu propio reflejo hacer cosas que no debes, pero no lo puedes parar. La duda de eso, es que si ese reflejo es real o solo un sueño.

Lo que nos trae aquí, estoy parada en el baño, sostengo un pequeño cuchillo. Si algo había notado de la sakura anterior es que sanaba deprisa. Jamás me había cortado en mi vida, asique nunca tuve la oportunidad de saberlo, siempre me golpeaba y aún así mi recuperación era rápida, llegue a pensar que las ultimas veces se debía a que sasuke cuido de mí con su saliva, pero tenia mis dudas.

El cuchillo en mis manos se mueve de un lado a otro, mi mano tiembla. Pero junto el valor para hacerlo, lo llevo justo a mi pierna y corto el muslo delantero. El corte no es tan profundo, igualmente sangra, pero sucede algo.

Me gusta.

Me gusta el ardor en mí y la sensación de escalofríos en mi cuerpo, es algo nuevo que no deja de ser exquisito.

Todas estas sensaciones me abruman.

El toque a la puerta me sorprende, pero la persona que entra a verme es la único que no.

-Ey ¿Qué es eso? ¿qué haces? - Arai toma el cuchillo de mi mano, y justo cuando se agacha para curar mi pierna con su lengua, me alejo.

-No -digo y salgo del baño.

-Sakura se puede infectar.

Me recuesto en la cama sin responderle. Ella suspira, entra al baño y trae el botiquín de emergencias cuando sale camina de manera lenta, llega hasta a mí, saca gazas y un remedio desinfectante, lo pasa sobre mi pierna sin pedir permiso y luego cubre la pequeña herida.

-¿Estás bien? - pregunta mirandome preocupada.

-¿Tú no estás cansada de cuidar a todos?- pregunto y casi suena a una recriminación, ya hace meses que Sasuke se ha marchado, no es el único. Itachi no ha vuelto. Arai se encarga de estar a mi lado y al de Izumi que ya dio a luz. También de que los lideres nuevos - Shisui y Madara - no se quiten los ojos. Aunque raramente sucede. Ellos han sabido dejar sus diferencias por el bien del pueblo y sobre todo, la paz mental de la muy embarazada Arai.

-Cuando no actúas como loquita, no es cansador -dice haciendo un gesto gracioso con su cara. No puedo evitar sonreír, ella es la única persona que me trae alegría.

-¿Soy una asesina?- digo una vez que mi sonrisa desaparece.

-No, claro que no -dice acercándose a mi y abrazándome.