two.

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Años después.

¿Cómo podía ser posible que se le perdiera aquel colgante? ¿Cómo? Él no era descuidado, jamás lo había sido. Y ahora no encontraba la pequeña cadena en forma de caballo por ningún lado. No quería perder aquel recuerdo de los mejores años de su vida. Siendo un adolescente él había sido muy feliz.

Ahora también lo era, pero desgraciadamente nunca iba a ser igual.

Se maldijo a si mismo. ¿Dónde podría haberla dejado? Ya la había buscado en todos lados: la caballeriza, su cuarto, el baño, el gallinero, la cocina, la mansión. Se detuvo a pensar un poco. Quizás la había dejado en la casa de Wooseok. Aunque a decir verdad hacía como una semana que no iba a ver a su novio y el accesorio lo había perdido ayer. Soltó un suspiro y se sentó con cuidado en una de las sillas de la cocina.

¿Buscabas esto? — preguntó ella.

Al instante él levantó la vista y se puso de pie. Casi corrió hacia donde estaba su madre con la mano levantada y mostrándole lo que había estado buscando desde hacía tantas horas.

¿Dónde estaba? — quiso saber mientras se la quitaba de la mano.

La dejaste tirada cerca del horno anoche, después de que lo arreglaste.

No la dejé tirada. Es muy probable que se haya caído.

Se la volvió a poner, sintiéndose aliviado. Sus bonitos recuerdos ahora estaban de nuevo con él.

Cho Seungyoun era un hombre de campo. Había nacido allí, se había criado allí y pensaba morir allí. Él no se consideraba una persona mala, y estaba muy orgulloso de lo que había logrado en todos esos años en los campos Kang. Siendo muy joven, con apenas quince años, su jefe lo había nombrado encargado del lugar, cuando había decidido irse a vivir a la cuidad. Y desde entonces Seungyoun había llevado adelante los asuntos de aquella conocida estancia. Pero a pesar de dejarle toda la responsabilidad, Kang Dong Wook iba a verlos todos los años en las vacaciones de verano. Se quedaba allí unos dos meses y luego volvía a su agitada vida de negocios.

Cho siempre se preguntaba como era que ese hombre no se había vuelto loco viviendo en la cuidad, siendo que él también había nacido y criado en aquel campo. Pero lo sabía, el mayor era un gran hombre que se adaptaba a cualquier situación de cambio. Y Seungyoun lo admiraba y quería como a un padre. Por eso mismo cada vez que el jefe llegaba todo el mundo estaba como loco arreglando y preparando todo.

Es como la decimaquinta vez que pierdes ese colgante, Younie. — lo regañó ella pero no del todo. Le besó la frente y se acercó a las hornillas para revisar la comida que estaba preparando. La cena siempre comenzaba a prepararse antes del atardecer.

No lo hago a propósito. — aseguró él. — Al parecer no le gusta estar en mi cuello.

Yoo mi sonrió y lo miró de manera tierna.

¿Ya está todo listo? Mira que hoy llega el señor Kang.

Si, todo marcha perfecto.

Más te vale, Seungyoun.

Mamá, bien sabes que me gusta que el jefe venga y encuentre todo en orden y en perfecto estado.

Si, lo sé. Pero solo te pregunto para que estés completamente seguro. No quiero que nada salga mal. Dong Wook... —sacudió la cabeza — Digo, el señor Kang se merece lo mejor.

El chico puso los ojos en blanco. Si había alguien que se ponía quisquillosa con la llegada del jefe en aquel lugar, era su madre. Todos los trabajadores huían de ella despavoridos. Se ponía insoportable, histérica y sobre todo intratable. Seungyoun creía saber la razón de sus nervios. Aunque ella jamás llegara a admitirlo, él sabía que su madre sentía algo especial por ese hombre. Y cuando volvía al campo, parecía perder los estribos. Los únicos que podían con ella en días así eran Hangyul y él.

˖˘𖧧 WHITE ⵓ 𝙨𝙚𝙪𝙣𝙜𝙮𝙤𝙪𝙣 + 𝙢𝙞𝙣𝙝𝙚𝙚.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora