three.

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Ser una adulto no le molestaba para nada. Le molestaba no saber como resolver algunas situaciones. Cuando era un niño no tenía problemas, no tenía responsabilidades, no tenía miedos. Ahora si, todo eso pesaba sobre él.

Respiró profundamente y miró por la ventana del coche. El sol comenzaba a ponerse en el horizonte y a Minhee un escalofrío le bajó por la espalda. No podía creer que después de tanto tiempo estaba volviendo a aquel campo. Por poco y se había olvidado de que ese lugar existía. Siendo un crío había sido muy feliz allí.

Sweetheart, ¿Se puede saber por qué me trajiste a este lugar? — le preguntó él, sacándolo de sus pensamientos. Se giró a verlo y sonrió.

Vamos Dongpyo, me dijiste que no te quejarías. — le dijo el peli rubio.

Sabes que te adoro, eres mi mejor amigo en todo el "World". Tú fuiste el único que siempre me ayudó a enfrentar mis miedos y bla, bla, bla. Pero esto... esto es demasiado. Yo no podré soportar vacas, caballos, cerdos, gallinas. ¡Oh dios santísimo, mosquitos! — dijo nervioso pensando en aquello.

Ya lo verás, el campo te encantara. No solo porque es tranquilo, sino que además hay muchos trabajadores musculosos. — dijo y le guiño un ojo.

Eres un manipulador horrible. — dijo y se cruzó de brazos como si estuviera un poco ofendido.

Son Dongpyo era su mejor amigo desde que Minhee se había ido del lugar en el que se había criado. Y desde entonces siempre habían estado juntos. Enfrentando cambios, peleas, decisiones. Más bien... él era como un hermano.

Se acercó un poco a su amigo y lo abrazó de costado. Sabía que iba a quejarse, pero que al final iba a terminar amando el lugar.

Te prometo que la vamos a pasar bien, serán solo un par de semanas.

No lo sé. — dijo con tono indiferente. — Estoy pensando seriamente en pedirle a chófer que me lleve de nuevo al aeropuerto.

¿Serías capaz de abandonar a tu mejor amigo?— preguntó haciendo un leve puchero.

Dongpyo lo miró fijo y luego maldijo por lo bajo.

Odio cuando me haces esas caras. —exclamó. — Siempre terminas ganándome.

El rubio sonrió y luego besó su mejilla. Se alejó de él y giró para mirar a su padre. Dong Wook estaba concentrado leyendo. Se fijó en las expresiones de su rostro. Sonrió tiernamente al ver la concentración que él estaba manejando.

Papá. — lo llamó.

¿Si, cariño? — le preguntó sin dejar de leer el diario.

¿Cuánto tiempo nos quedaremos aquí? — quiso saber.

Por fin levantó la vista hacia él. Su único hijo lo era todo para él. Minhee era la luz de sus ojos, un bello recuerdo de su madre.

Tres meses. — contestó Dong Wook.

¡¿Tres meses?! — gritó Dongpyo.—¿Acaso has perdido el juicio?

No, solo que por lo menos yo me quedaré todo ese tiempo. Es más, estoy pensando seriamente en quedarme a vivir aquí.

La boca de Minhee se abrió por la sorpresa. Seguramente su padre estaba bromeando con él, no podía quedarse allí. No podía dejar la empresa, no podía dejarlo solo en la cuidad.

Dime que es una broma. — le pidió el menor. Wook soltó un suspiro y luego se sacó los anteojos de lectura.

No, amor, no es una broma. Quiero quedarme a vivir en mi campo.

˖˘𖧧 WHITE ⵓ 𝙨𝙚𝙪𝙣𝙜𝙮𝙤𝙪𝙣 + 𝙢𝙞𝙣𝙝𝙚𝙚.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora