six.

263 60 9
                                    

Seungyoun y Dong Wook volvían de la charla con Song, completamente en silencio. No había sido buena. Y Cho temía que si la cosa seguía así de tensa, habría más enfrentamientos y tiros que nunca.

Tendré que tomar otras medidas con respecto a esa familia.— habló Kang al fin.

Tranquilo, señor.—lo calmó. — Todo va a estar bien. Solo tenemos que aprender a manejar un poco más la situación.

No puedes prohibirle a Hangyul ver a Hyeongjun...

No tenía pensado hacer eso. Ellos dos son libres de hacer lo que quieran. Y si necesitan apoyo, no estarán solos. Pero me preocupa lo que Song pueda llegar a hacer.

Su padre lo va a entender tarde o temprano.

Eso espero.— susurró el pelilargo.

Cabalgaron hasta detenerse frente a la casa grande. Dong Wook se bajó con cuidado y se giró a verlo.

Quiero que hoy cenes con nosotros. —le dijo. Woodz frunció el ceño. Seguro que se estaba refiriendo a él y a la pareja.

¿Le parece, señor? —inquirió.

Sí, quizás te lleves una gran sorpresa.

Está bien.— asintió.

Kang entró a la casa. Cho soltó un lento suspiro y miró hacia el cielo. La noche estaba completamente despejada. Aquel manto de estrellas era un espectáculo. ¿Cuántas veces se había tirado a intentar contarlas? Miles. ¿Lo había conseguido? Nunca. Infinito el universo sobre su cabeza, lo llenaba de una cierta alegría. A veces él mismo se sentía infinito. Jamás llegaba a conocerse del todo. Siempre le aparecía una faceta nueva, un sentimiento nuevo, un miedo nuevo, una pasión, una necesidad.

No puedo evitar pensar en la nota que había encontrado casualmente en el pequeño valle. Sonrió levemente y cerró los ojos para recordarlo. Jamás había conocido otra niño con una sonrisa tan bonita como la de él. Jamás le había gustado, siendo pequeño, tomar de la mano tanto a un chico como a Minhee.

Y de repente aquel día en el que él se marchó entró a su cabeza. Aquel sentimiento que lo había invadido jamás volvió a sentirlo. Se sintió totalmente desolado, angustiado, perdido.

Era como si ese día le hubiesen arrancado un pedazo de corazón, así sin más. Y recordó sus lágrimas, recordó el dolor en su linda mirada, su pequeño no quería irse. Entonces, ¿Por qué no volvió? Un año después de su partida él lo había estado esperando. Pero jamás llegó. Tampoco le escribió como lo había prometido, ni lo llamó. Quizás el heredero Kang si se olvidó de él. Sonrió con amargura, era completamente ilógico que él todavía pensara en su amor de infancia. Lo más ilógico era que todo el día había estado así. Jamás se le había ocurrido preguntarle a Dong Wook que había sido de la vida de Kang Minhee. Lo poco que sabía era gracias a su madre, y tampoco era demasiado. En los últimos años él ni se le había asomado por la cabeza, pero al parecer hoy estaba completamente incrustado en su mente.

Se bajó del caballo y se quitó el sombrero. Secó el sudor de su frente y se observó a si mismo. Estaba hecho un desastre. Tendría que ir a arreglarse si se jefe quería que cenara con él esta noche. Y tendría que fijarse que ropa adecuada para una cena iba a ponerse. Lo único que él solía utilizar eran camisas que terminaban sucias, pantalones desgastados buenos para cabalgar y sus, siempre, cómodas botas. Tal vez iba ir así vestido a cenar... No iba a hacerse mucho problema.

Entró a la cocina sobresaltando un poco a su madre. Está se giró a verlo rápidamente con la mano sobre el pecho.

Me asustaste.—le dijo exaltada.

˖˘𖧧 WHITE ⵓ 𝙨𝙚𝙪𝙣𝙜𝙮𝙤𝙪𝙣 + 𝙢𝙞𝙣𝙝𝙚𝙚.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora