Mis amores

¿Cómo está ella?

Mi historia de como conocí a Eva es un poco absurda, pues yo había terminado mi segunda gira y regresé a mi país con mis padres y mi hermana, pero me llevé una gran sorpresa al ver a una chica no tan alta de tez blanca con el cabello dorado como el sol y unos ojos verdes grisáceos que llamaron mi atención en mi casa, me enamoré.

Ella era alemana, estaba de intercambio en Canadá para estudiar Francés, y se estaba hospedado en mi casa, creo que ustedes se han de imaginar que nos enamoramos y nos casamos, y sí, así sucedió, después de 3 años nos decidimos casar y empezar a formar nuestra familia.

Y después de 9 meses Eva tendrá a nuestros hijos, mis dos bebés aún no nacen y los amo más que a nada en el mundo al igual que su madre.

Hoy en la mañana Eva me dijo que se sentía un poco mareada, así que la traje al hospital y nos dieron la sorpresa de que nuestros hijos ya iban a nacer, ella se alegró tanto que no sabía que hacer.

Su emoción era enorme, en pocos minutos tendríamos a nuestros bebés en los brazos.

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Pasaron dos horas desde que Eva entró a sala de partos y aún no me habían hablado, era papá primerizo y no sabia cuanto debía de tardar, todo eso hizo que mi ansiedad de conocer a mis hijos y ver a mi esposa aumentara.

—Familiares de Eva Mendes. —El doctor que llevaba el embarazo de Eva salió del quirófano.

—Yo, soy su esposo

—Felicitaciones Señor, tuvo a dos pequeños mellizos, un niño y una niña.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, ya ansiaba en verlos y abrazarlos, cuidarlos más que a mi vida entera.

—¿Como está Eva, puedo pasar a verla?

La cara del doctor cambió, demostraba miedo ante mi reacción sea lo que fuera a decir, solo me pude imaginar lo peor.

—Digame que mi esposa está bien, dígame que puedo pasar a verla.

—Shawn, necesito que te relajes para poder decirte. —Hice el intento de tranquilizarme pero era inútil, estaba demasiado nervioso—. Eva tuvo a tus pequeños, su cuerpo era muy pequeño para que los bebés nacieran era demasiada la presión que ella tenía y al momento de pujar para que nacieran, sufrió un derrame cerebral.

—¡¿Qué?! No, no, no, no, esto no puede estar pasando, dígame que es mentira ¡dígalo!

—Shawn, esto no es mentira, tus hijos están bien, todo está bien con ellos, pero tu esposa...puede que no despierte.

Esto no podía estar pasando, no Eva, ella no, ella ansiaba más que yo poder conocer a sus pequeños y ahora probablemente nunca lo iba a poder hacer, ella no merecía esto.

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Los días pasaron demasiado rápido, toda la familia de Eva llegó desde Alemania a Canadá para considerar todo lo que iba a pasar de ahora en adelante, ya que Eva jamás despertaría.

Mis hijos crecerían sin su mamá y yo tendría que cuidarlos y protegerlos, pero no me sentía capaz de hacerlo, no sin ella.