Algo Pendiente

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Era una tarde de verano, nos estuvimos arreglando el uno para el otro. Me recogiste en tu coche, sin decirme a dónde iríamos.
Fue un camino largo, en el que no paraba de mirarte mientras conducías.
Llegamos a un camino, cerca de un lago, y paseamos entre la maleza hasta llegar a la orilla.
Aquello era precioso, sin embargo, el calor aquel día era abrasador, así que volvimos al coche, y buscamos algún lugar donde pasar un rato antes de cenar.
Encontramos un campo de girasoles, en el que aparentemente no se podía entrar, pero una aventura es más interesante si es a escondidas.
Nos sentamos en el maletero abierto del coche y observamos la puesta de sol, y fue en ese momento en el que me di cuenta de lo maravilloso que era compartir momentos contigo.
Me invitaste a cenar, en un lugar acogedor en un pueblo cercano, y aun con ganas de seguir la velada, me llevaste al otro lado del río, a un pequeño embarcadero pequeñito, allí pasé uno de los momentos más bonitos contigo, entre abrazos, caricias y besos.

Esta vez solo fue la primera de muchas experiencias inolvidables contigo. No sé donde quedaron esas ganas de hacernos felices, no sé si es posible que en un futuro podamos volver a esto, pero me daría muchísima pena que por una tontería como la que hemos pasado, y después de todo lo que hemos aprendido el uno del otro, tiremos por la borda lo bonito que hemos vivido. Lo siento.

Basurero De SentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora