Cap. 11

154 17 12
                                    

Nos sirvieron con más rapidez de la que esperaba la comida y la vergüenza por lo anterior dicho terminó pasando comenzando a hablar de cualquier cosa.

–Mi madre apareció hundida en la nieve hasta la cintura y era incapaz de salir! Si nos hubieras visto, tres personas a tirar de ella y no salía –Relataba consiguiendo que ambos nos riéramos.

Adoraba el ambiente que se formaba con él, no lo conseguía con nadie más, simplemente se sentía como si solo quedáramos nosotros en el mundo.

Tal vez era eso lo que siempre añoraba tanto de él, sentir que no necesitaba a nadie más.

Terminamos de comer entre risas y compartimos el postre al estar demasiado llenos, pero no lo suficiente para rechazar un dulce.

Si, un poco al final se sintió como una cita de verdad.

Nos quedamos por la calle y caminamos dando vueltas solo por pasar más tiempo juntos, paramos a merendar en nuestra heladería favorita y nos refugiamos un poco del sol en un escondite del mirador del náutico, hoy no había nadie, pero aún así prefería tener nuestra intimidad.

–Hoy sabes a piña con chocolate –Comenté una vez dejamos de besarnos para continuar tomando nuestros helados.

–Pues tu sabes a los mismos helados de siempre –Bromeó quedando pegado a mi.

–Para que coger otros si ya te saboreo a ti? –Le seguí la broma lamiendo de mi mano una gota de helado derretido que había caído al distraernos en los labios del otro.

Pero a esa broma ya no respondió, se quedó completamente callado rojo como un tomate terminando su helado.

Yo, sin embargo, no pude evitar sonreír y robarle otro beso al ver su reacción.

Adoraba que sus labios siempre supieran a un helado diferente aunque a mi me gustaban siempre los mismos.

Desgraciadamente la tarde se terminó con un beso rápido y Owen se fue para ir con su tía a recoger a su madre al aeropuerto.

Me habría gustado que el día durara más.

Siempre quería que el tiempo con él fuera más largo.
.
.
.
Al llegar a casa después de pasar por el bar mis padres me hablaron de que el abogado veía que las cosas y así podrían ir un poco más rápido de lo habitual al ver que nuestra familia entraba bastante en los canones de lo que solicitaban.

Estaban más felices que una perdiz y supongo que eso era bueno.

Yo sin embargo me pase un par de días sin salir de casa mirando mi teléfono, esperando a que en cualquier momento Owen me dijera algo de que ya podía quedar, algunos chicos del bar me habían dicho de ir con ellos a la playa, incluso un día acepté, pero sabiendo que Owen estaba en la ciudad no conseguía quitarme de la cabeza que en cualquier momento podría llamarme, así que no me despejaba.

Quería aprovechar todo el tiempo posible con él.

Casi una semana terminó pasando cuando al fin me llegó un whatsapp suyo mientras estaba en surf, esta tarde vendría a casa.

Suspiré hasta de alivio al ver el mensaje mientras esperaba a que mi padre me recogiera.

–Hola –Saludó su voz al haber sido mi madre la que le abrió la puerta.

Casi salto de la silla y salgo corriendo de mi habitación al escucharlo.

–Hola –Saludé tratando de mantener la compostura asomándome a la puerta.

Su sonrisa sentí que hasta me llenaba e iluminaba.

–Artai, nosotros vamos a salir en un rato, vais a querer venir? –Dudó mi madre impidiendo que nos encerráramos en mi habitación directamente.

Recuerdos de un sentimiento (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora