VIAJE EN EL TIEMPO.

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LIBRO I

INTRODUCCIÓN.

Esta historia que ahora mismo os voy a contar, tuvo lugar en el año 1.999, en el planeta Tierra, cuando el hombre construyó por primera vez una máquina que consistía en una nave espacial, conocida también como "Concordia". Era especial , ya que podía viajar a la velocidad de la luz, es decir, en el tiempo, concretamente al futuro, pero también al pasado. Su creador, fue Esteban, un brillante científico con una mente prodigiosa, a pesar de su juventud ya que tenía 29 años. Casado y a punto de tener un hijo que le pondrían el nombre de Evan. Pero por ciertas circunstancias no le pudo ver crecer, pero esa es otra historia. Los dos sabían que iba a ser la última vez , ya que Esteban iba a viajar en el tiempo para probar su experimento. Aquella noche se despidieron haciendo el amor. Sara, que así se llamaba intentó convencer a su marido de que no viajara en la "Concordia", pero sin éxito. Le intentó convencerle de que se quedara con ella y con su hijo, para que así le viera crecer, a este último, pero estaba decidido, partiría esa misma noche. Cuando llegó el momento, con lágrimas en los ojos se despidió de su esposa, que tan sólo tenía ventiun años. Aunque fuera muy duro ambos se dijeron adiós , pero antes de partir le prometió a Sara, que pasara lo que pasara iría a buscarla y a su hijo también , y después de eso la dio un apasionado beso, que para ambos sería el último, ya que contaban con que no se volverían a ver, porque los viajes espaciales en el tiempo no solían salir bien. Así le vio marchar en la Concordia. Pero lo que no sabían es que se volverían a encontrar pero con unos años de diferencia.

Esteban mientras partía hacia su destino, no podía dejar de ver la imagen de su mujer, con lágrimas en los ojos. Era demasiado triste y duro, separarse de Sara, pero aún así tuvo que hacerlo, si aquel viaje interestelar salía bien, podía revolucionar su ciencia, y no sólo eso, también podría cambiar su vida, pero para eso era algo que tenía que hacer, sino nada de esto tendría sentido. Su único temor y su única preocupación era no volverla a ver, y a su hijo tampoco, pero con lo que no contaba es que se volverían a encontrar en el futuro, y aunque él les reconocería , ellos no, pero esa es otra historia

CAPÍTULO I.

NUEVO.

El caso es que Esteban se encontró de nuevo en el planeta Tierra, pero era distinto, algo había cambiado durante su ausencia, no supo exactamente lo que era hasta que algo le llamó muchísimo la atención, los edificios eran más grandes y más altos, le extrañó no ver coches pasar por allí, pero de pronto oyó una especie de ruido por encima de su cabeza, y cuando alzó la mirada vio para su asombro que había autos voladores y que no era el único que le pasó rozando, un loco motorista le rozó la punta del pelo, y encima se quejó de que estuviera cruzando mal cuando al parecer era el único humano que acababa de pasar por la calzada. Ahí no acabó todo, de pronto descubrió que aquel misterioso motorista no era humano, ni tampoco los otros, era una máquina, o mejor dicho un robot. No se lo podía creer, se habría quedado dormido y estaba alucinando, seria sólo un mal sueño, luego como siempre despertaría en su cama, junto con Sara, pero esta vez no era así, cuando quiso darse cuenta era demasiado tarde unos enormes guardianes le habían cogido prisionero y se lo llevaban a rastras.

Esteban fue conducido por los robots ante una enorme entrada donde otro guardia flanqueaba la puerta. Este último al verle preguntó:

_Quién eres y que haces aquí, identificaté.

_Me llamo Esteban y me gustaría saber donde estoy.

_¿Eres un rebelde?.

_ No, acabo de llegar.

_Entonces eres un esclavo. ¿De dónde sales?.

_Acabo de venir en mi nave "Concordia".

_ ¿Y a quién buscas?.

_A nadie en particular.

_¿Perteneces a alguien?.

Entonces antes de contestar pensó en su esposa y dijo:

_ Sí, pertenezco a Sara, ¿la conoce?.

_Sí, creo conocer a una, si es la que digo, te doy mi permiso para entrar, pero antes tienes que esperar a que venga a buscarte.

Esteban todavía no se lo podía creer iba a ver a su mujer, pero con lo que no contó es que las cosas no siempre están a favor de uno.

CAPÍTULO II.

RECONOCIMIENTO.

Esteban tenía muchísimas ganas de ver a su mujer y aunque hacía tan sólo unos minutos allí donde estaba habían pasado años. Cuando confirmaron su llegada y vio aparecer a otra máquina de la decepción no se lo pudo creer, entonces le preguntó el re cien llegado.

_¿De dónde vienes? ¿quien te envía?.

_ Vengo del pasado, solo, y no me envía nadie. Sólo deseo ver a Sara.

_¿Está seguro?

_Segurísimo.

_.... Porque vengo de hablar con ella y según dice, no lo conoce de nada.

_.......Es muy complicado..... en verdad no sabe que vengo.

_¿Y por qué cree que estaría interesada en verle?.

_Porque soy su marido.

_¿Sara tiene un marido? Nunca me ha hablado de usted ni siquiera lo ha mencionado, ¿por qué iba a creerle?. Bueno.... Será mejor que le pregunte a ella , ya que viene por allí.....

Esteban miró en la dirección que le indicaban, no se lo podía creer de la emoción fue corriendo a abrazarla pero cuando estuvo frente a ella su reacción fue de rechazo hasta que acertó a decir:

_Quien es usted y como se atreve a ponerme las manos encima.

_¿En verdad no te acuerdas de mí?.

_ No le conozco de nada y no se que hace aquí, sea lo que sea lo que usted quiera está perdiendo el tiempo, no va a conseguir nada.

_ ¿En verdad no te acuerdas?, soy yo... tu marido.

_ No puedes ser mi marido. Murió... hace un par de años durante una guerra.

_ ¿Qué yo morí en una guerra?, no puede ser cierto sigo aquí. Si no es mucha indiscreción, en cual murió?.

_ Hace unos años hubo una rebelión entre humanos y máquinas. Como es de suponer en esa lucha perdimos nosotros, los humanos y fuimos obligados a elegir entre la muerte o una vida de esclavitud. Esteban prefirió rebelarse y al final su elección fue la muerte, fue condenado a la silla eléctrica.

Así que siento mucho decirlo y ser tan grosera, pero no puedes ser mi marido porque está muerto, ¿lo entiendes?, muerto, y nunca más volverá.

_Tiene que haber una explicación.... Al no ser que..... no, no, no puede ser....

_Disculpamé es tarde y tengo que regresar a casa con mi hijo.

_Un momento, ¿Has dicho.... hijo?.

_Sí, y si me disculpa me tengo que marchar....

De pronto Esteban la cogió del brazo y la retuvo, hasta que Sara acertó a decir:

_¿Qué quiere?, ¿acaso no ha tenido suficiente? ¿quién se ha creído? Viene aquí deshonrando la memoria de mi marido y ahora le importa mi hijo, ¿se puede saber qué quiere de nosotros?

EL CISNE ROJO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora