24 de Diciembre - Cinco años después de conocerse.
14:21
—Agoney, llevamos tres años juntos, has visto a mis padres mil veces, ¿y estás nervioso ahora?
El canario, espatarrado en el sofá con Otoño encima, le miró mal, porque claro que estaba nervioso, pero no se le notaba tanto.
—A ver, pero es para pasar las navidades, y seguro que a todos os gustan muchísimo, y desde que estamos juntos reconozco que me gustan bastante más, pero a ver si la cago.
—Como no creo que estés con cara de hongo, no tendrás ningún problema —le replicó acercándose por detrás y besando su frente—, así que no me seas agonías.
—Eres tan, pero tan odioso, tío.
—Si, seguro, me odias muchísimo y bla, bla, bla.
—Además, ¿te recuerdo el numerito que me montaste cuando fuimos a ver a mi amiga?
—¡Era la primera vez que la veía! ¡Acabamos de empezar a salir!
—Bueno, que me dejes.
Raoul puso los ojos en blanco y se fue a la cocina donde estaba comenzando a preparar la comida para ambos. Estaba ilusionado, se juntaban las tres cosas que más quería, la Navidad, su familia, y Agoney, y estaba seguro de que no habría ningún problema porque se llevaban de puta madre, así que, que el canario estuviese nervioso lo único que hacía era divertirle en demasía.
Agoney, que seguía con su atención en el pequeño animal pardo, tenía una razón para estar nervioso, más o menos, porque sólo iba a ser una sugerencia. Se conocían desde hace cinco años, es más, esa noche iban a hacer cinco años, y más surrealista su relación no podía haber sido, así que estaba nervioso de acabar encerrado en algún sitio y, como poco, solo.
Estaba siendo un exagerado y lo sabía, ni que le fuese a pedir matrimonio.
14:56
—Ven a por los vasos y siéntate a comer ya, anda —oyó que le gritaba desde la cocina.
Se levantó dejando en el suelo al gato y, tras estirarse, cumplió su cometido.
Se sentaron en la mesa, el uno frente al otro, y Raoul puso la tele de fondo.
—¿A qué hora vamos para allí?
—Tenía pensado salir sobre las ocho. Por cierto, vienen mis tíos y mi primo Sam.
—¿¡Qué!? ¿Pero no les veíais siempre después?
—No hay tanta diferencia.
—¿Cómo que no? Después de la cena, la gente ya va un poco pasada. Eres un cabrón.
—Cómete los espaguetis y no me insultes, gilipollas.
—Es que eres malo, de verdad, qué horror.
—¿Pero por qué coño estás tan nervioso? ¡Que les conoces a todos! ¡Y les caes bien!
—No sé, pero espero que no me hagan disfrazarme de elfo ni nada de eso.
—Una diademita de reno...
—Raoul.
—No por mi familia, por mí.
—Ni loco.
—Algún día lo harás.
—¿Tienes alguna fantasía sexual con ello?
—¡No!
—Vamos que si, con qué hombre me he ido a meter.
—Lo que quieres decir es "a qué hombre se la he ido a meter" y yo te responderé que lo hiciste hace... ¡un lustro! en un probador sin si quiera conocerme.

ESTÁS LEYENDO
La Última Estación {Ragoestaciones Final}
FanfictionOs conocéis en invierno, os encontrais en primavera, os la jugais en verano y os sincerais en otoño. La Navidad siempre será una fecha importante... ¿pero cuánto puede llegar a serlo? ¿Y la estación de las hojas caidas? [Especial Navidad (y algo más...