C U A T R O

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La nieve seguía cayendo a trompicones en la acera, Tae y yo nos habíamos movido un poco más adentro para que el pequeño techo de la entrada nos cubriera. Era suficiente, pero si me movía un centímetro era capaz de rosar la fría nieve.

Había pasado cerca de una hora y no había rastros de mi tía ni de Colín. ¿Asumirían de que yo tenía una llave o simplemente no pensaron de que me quedaría acá afuera si ellos no estaban en casa?

Una vibración empezó a generarse en el bolsillo de mi chaqueta. Rápidamente saque mi celular para contestar antes de que colgaran.

Era Abel.

-¿Alo?

-Hey perdida, ya te olvidaste de mi ¿Por qué no me llamaste esta mañana?

Choque la palma de mi mano con mi frente. Habíamos quedado en que lo llamaría antes de que entrara a clases.

-Ay lo siento, lo siento. Lo siento mucho, de verdad nose que paso pero me distraje, supongo que habrán sido los nervios.- Sabia que no era eso, Tae me había distraído esa mañana con su profesora piernas largas privada.

Abel suspiro al otro lado de la línea.

-Me habías asustado.

Sonreí.

-¿Qué podría haberme pasado?

-Bueno, pudiste haberte desmayado de los nervios y ahorita mismo estarías inconsciente en el hospital. Yo te llamaría asustado y una enfermera me contestaría el teléfono y me diría que estas al borde de la muerte porque tus nervios habían colapsado y tu corazón dejaría de latir en cualquier momento.

Solté una carcajada sonora tan fuerte que Tae dio un brinco en su lugar.

-¿Cómo es que eres tan dramático?

-Es mi naturaleza, supongo.

Estuvimos conversando bastante rato, me pregunto por la escuela, y yo incluso le conté sobre Castiel, el chico raro pelirrojo. Había olvidado que estaba Tae a mi lado y por poco se me escapa lo de la profesora piernas largas.

Abel me dijo que Chiqui había fallecido esa mañana. Chiqui era una perrita callejera que entre los dos cuidábamos. Me había costado muchísimo separarme de ella, y el enterarme de su muerte me choco tanto que incluso solté un par de lágrimas. Si no hubiera sido por Tae posiblemente estuviera teniendo una rabieta en ese instante. Abel me calmo y me dijo que su muerte no había sido dolorosa, y con eso me sentí mucho mejor.

Habíamos colgado porque su mama lo había llamado para que lo ayudara con unas cosas, se despidió de mí y prometí llamarlo en la noche.

En cuanto solté el celular Tae hablo:

-Wow, esa llamada fue de película.

-¿A qué te refieres?

-Bueno, te reíste como una maniaca e incluso lloraste, solo falto que te enojaras para que pudieran ganar un Grammy como la conversación telefónica más interesante.

Eso hizo que soltara una pequeña carcajada.

-Bueno, mis conversaciones siempre son algo así, excepto por las lágrimas, eso sí fue algo fuera de lugar.

Tae se quedó callado un rato y luego volteo a verme.

-Yo nunca tengo llamadas telefónicas así de largas.

En ese momento quise decirle que podía intentarlo conmigo, que me diera su número de teléfono y que lo llamaría todos los días para tener una conversación trivial. Incluso estaría dispuesta a hablar de chicas si él quería.

Look at me ~ [Fanfic Taehyung]Where stories live. Discover now