Cuando el ascensor llegó a la planta -1 me bajé algo confusa, nunca había estado allí y la luz era tan tenue que a penas veía las paredes a mi alrededor.
Encendí la linterna del móvil y descubrí que estaba en un pasillo inmenso pero muy estrecho (a penas podía estirar los brazos a los lados), me dirigí a la izquierda por puro instinto.
Caminé unos metros hasta que el pasillo hizo esquina acabando en una puerta parecida a la del apartamento de Rachel en Friends. La abrí y me encontré un cuarto de 2x2 repleto de cables y pantallas viejas amontonados de mala manera.——That's where we keep the old stuff.—— di un ridículo saltito sobre mí misma al encontrar a un chico iluminado solo por la luz de su teléfono.
——¿Qué?—— me llevé la mano al corazón aterrada. No parecía precisamente peligroso, pero si en lugar de él hubiera aparecido un peluche de dos metros de la nada, también me habría asustado.
——Sorry, I didn't mean to scare you.—— de aquella frase solo entendí "sorry", gracias Justin Bieber, al final sí que has hecho algo por la humanidad.
——Yo no speak English.—— vale, jamás se me han dado bien los idiomas, no necesito que nadie más me critique porque ya se me ha dejado claro lo inútil que soy durante años y años de enseñanza.
——Okay...—— hizo un gesto para que le siguiera.—— Just come with me, you went the wrong way, your uncle is waiting for you at our office.
——Sigo sin entender nada.—— murmuré siguiendo sus pasos. Pero parecía que él tampoco me comprendía a mí.
Fuimos exactamente al otro lado del pasillo, donde una puerta idéntica a la otra daba paso a una habitación mucho más grande. Una vez más, mi instinto me había fallado y me había llevado al lugar opuesto al que quería ir.
——Hola.—— dije al ver a mi tío de pie en medio de la sala.——Amy, te presento a los piratas.—— señaló al chico que me había llevado hasta allí.—— My dear Captain Neo.—— él me guiñó un ojo. No sabía que mi tío hablara inglés, pero aparentemente sí.
—— That's my niece, take good care.—— él asintió tragando saliva, ojalá pudiera saber qué le había dicho, sonaba como una amenaza.—— Y la pirata más temida de los siete mares, Lysandra.
Una chica rubia se giró junto a la silla en la que estaba sentada, me saludó con la mano rápidamente y volvió a fijar la mirada en una pantalla con montones de números.
——¿Piratas?—— veía pocas patas de palo y parches. Lysandra soltó una risita sin quitarle ojo a sus números verdes sobre fondo negro.
——Piratas informáticos.—— respondió mi tío negando con la cabeza.—— Son hackers, te he traído para que te ayuden a borrar tu huella informática.
——Ah, claro.—— mentí, entendía lo mismo que cuando Neo hablaba.
——Pues nada, nos vemos luego.—— mi tío se estiró la camisa y fue hacia la salida.——And remember, I'll be watching you.—— se dirigió a Neo, supongo que para despedirse.
——So, I guess you are into social media.—— Neo seguía tratando de hablar conmigo, pero sus esfuerzos eran inútiles.
Observé la sala en la que nos encontrábamos y comprendí que aquello era un búnker. Justo lo que le faltaba a este edificio de diseño, la habitación favorita de los paranoicos.
Las paredes estaban hechas de bloques de cemento, había conductos para la ventilación y un montón de cables (debían tener un generador para toda la electricidad que se estaba gastando allí). Dentro de aquella habitación había otras dos puertas que no dudé en abrir, pero tampoco trataron de impedírmelo. Una de ellas era un baño muy pequeño con la taza y el lavabo a tan solo unos centímetros. La otra puerta era una despensa llena de latas de comida, miel, arroz, mantequilla de cacahuete,
barritas energéticas, vodka, caramelos...——Veo que estáis muy preparados.—— la pregunta era para qué ¿de qué estaban tan asustados? No obtuve respuesta, Lysandra no se molestó en contestar y Neo se limitó a sonreír.
ESTÁS LEYENDO
El negocio familiar
Non-FictionAmy es una adolescente, inconforme con el estilo de vida de su familia, que odia lo que está estudiando y sus únicas amistades reales son con sus mascotas. En este momento tan complicado de su vida, descubre que la empresa de homeopatía de su tío e...