N a v i d a d

699 57 20
                                    

SiCheng no tenia un plan. Ningún plan para ser exactos, tenía que hacer uno urgente.
Todavía no entendía como su mamá lo había dejado nacer así de idiota. No había respuesta para eso.

Ya era 24 de diciembre y apenas la noche anterior se había acordado de eso cuando escuchó a Yuta y Taeyong conversando sobre su regalo. Yuta le tenía toda una sorpresa hermosa y el ni un mísero chocolate. Estaba en  serios problemas. Tal vez no eran de vida o muerte, solo una festividad, un día para estar con tus amigos o pareja, nada exageradamente especial, sino fuera porque Yuta tiene un favoritismo por la navidad, ama esa celebración. Por eso, él no podía hacerla pasar por un día normal, Yuta le daba un fuerte significado más que nada para su pareja, para estar juntos. Una muestra que ya esta terminando el año y ellos siguen juntos esperando otro.

Con el pasar del tiempo, SiCheng entendió la razón por la cual estos días le daba tanta felicidad a su novio. El no se la negaría, después de todo, Yuta es el mejor novio para el y para cualquier humano. Siempre le cumplió cualquier capricho, cualquier estupidez que se le pasará por la cabeza. Yuta era tan perfecto para el.

Debía buscar un regalo, talvez pensarían que no sería problema para el chino pues siendo novio de Nakamoto lo conocería bien para saber que le gusta. Y si, sabe todo sobre el, podría comprarle algo simple que le guste pero no quería eso. Tenía que ser especial, como sería la gran sorpresa de Yuta. Tenia que estar a su nivel.

Solo que no había ni una idea. Toda la noche apenas durmió pensando en eso y cuando lo lograba aparecía en sus sueños esa preocupación.

Había madrugado para comenzar su odisea. Evitó preguntar a los chicos porque creía que el debería encontrar un regalo para su novio. El debía elegirlo.

¿Pero Qué? Su mente no paraba de maquinar una y otra vez alguna, solo alguna idea para el gran regalo de navidad. Se sentía tan frustrado, quería morir en cualquier momento y evitar esa maldita celebración que le estaba causando tantos dolores de cabeza.

Solo eran las 8 am y debía apurarse. Si, puede que cualquier persona pensara que era temprano y le sobraría el tiempo para su búsqueda, pero no. El no quería pasarse el día entero recorriendo la ciudad porque se olvidó el regalo de su novio, su idea era pasar el día con el. Estar juntos y disfrutando ese lindo tiempo. Solo que hasta que no encontrará un obsequio no podía volver.

Tantos lugares visitó, buscando y buscando algo perfecto, y nada, absolutamente nada. No quería decir que nadie tenía presentes adecuados pero ninguno era el adecuado para Nakamoto. Tenia que ser perfecto, como él. 

Piensa, piensa SiCheng, algo se te debe ocurrir. Lo más mínimo, solamente algo.

¡Podía pensar en algo que fuera un complemento para el regalo de Yuta! ¿Cómo sería eso? Una cosa en común, que se relacionen entre sí. En su mente tenía sentido. Entonces recordó lo que había escuchado.
  Eran boletos para un concierto donde estaría un cantante solista que el amaba y que era bastante importante para su relación. El día que Yuta se declaró a SiCheng lo hizo con una canción del artista. A partir de allí, ellos escuchaban juntos sus canciones.

Soltó un grito de frustración, nada y más nada. Ninguna idea. Un complemento, solo tenia que pensar en algo relacionado con el concierto, solo eso, ¿Por que era tan difícil? Ya teniendo un punto de partida podría ser más simple, pero su poca imaginación no lo ayudaba.

Otra vez a pensar en otra cosa distinta. Ni siquiera prestaba atención por donde caminaba, igual no se perdería ya que conocía el lugar.

La palabra regalo estaba grabada en su mente y estaba seguro que el próximo día importante Lo recordaría una semana antes para no morirse de la rabia.

α кιѕѕ ƒяσм чυтα  - Yυωιи/Wιичυ -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora