II. Al Fin en la Universidad.

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¿Sabes lo que es tener mala suerte?

Yo sí. No preguntes por qué, que ahora te lo digo. El chico de la guitarra, Niall James Horan, no volvió a aparecer por el cine en todo el verano. Al menos, no volvió al cine cuando yo estaba de turno, porque Maggie me dijo que había llegado un grupo de chicos un poco ruidosos y habían armado un desastre en los baños de hombres.

Y claro, se fue el verano. Me he portado bien (dentro de lo que puedo, al menos) y he ganado suficiente dinero para comprarme una guitarra. Pero me sigue faltando un tutor. Y es precisamente porque en este maldito pueblucho desierto y aburrido nadie quiere quedarse. O al menos, los de mi generación.

Eso sonó como si fuese una verdadera mujer de la tercera edad.

En fin.

Como dije, el verano se fue. Sigo trabajando, claro, pero solo los fines de semana, a pesar de que se me hace que será un poco tedioso tener que viajar media hora en la chatarra con ruedas que papá me ha comprado hasta llegar al cine; pero no importa. Todo para ver el hermoso trasero del jefe.

Papá se ha tomado el día libre para acompañarme a la universidad. Con mis cosas: ropa, chiches raros y ropa para armar la cama (ya sabes, frazadas, almohadas, etc).

Si, papá ha cumplido su promesa. Tengo habitación. Es compartida, y espero que no sean mixtas porque eso sería realmente incómodo. Llegamos antes que la chica con la que voy a vivir, así que me di el lujo de elegir mi cama. La que está junto a la ventana, obviamente.

No llevo muchas cajas, porque como aun hace bastante calor, decidí llevar más ropa de verano que de invierno. Cuando comienza el invierno, iré a casa por más ropa.

Dejo las cajas sobre mi cama y miro a mí alrededor. La habitación es grande. La cama de quien será mi compañero o compañera esta contra la pared perpendicular a la mía. Ni siquiera logran toparse, lo que es bueno. Hay un par de escritorios separados y de esas sillas geniales que tienen rueditas y son giratorias.

—Bueno, creo que esto si será genial—digo, sonriendo a papá, que está mirando por la ventana.

Él se gira a mirarme, con una enorme sonrisa dibujada en sus labios. —Solo espero que te dediques a estudiar y no a andar en fiestas.

Cuando iba en la escuela, no tenía amigos. Bueno, sí, pero de esos que solo vez y saludas en los pasillos, no de esos que son básicamente como tu diario de vida y tú eres el de ellos. Y yo era realmente explosiva, en esa época. Así que me alegre mucho cuando la rubia oxigenada con tetas de goma se me acercó un día y me preguntó si podía prestar la casa para un pequeña reunión de las animadoras. Eso fue realmente extraño en ese momento, pero luego analicé mis opciones. Papá y mamá no iban a estar, y mi hermano pequeño era demasiado pequeño y manipulable. Ellos no se enterarían. También estaba el hecho de que si hacia una pequeña reunión de animadoras en mi casa, ellas querrían ser mis amigas, porque soy realmente genial, y seria popular y tendría al sexy novio de la capitana besando mi trasero. Era muy buena la perspectiva de lo que iba a ocurrir.

Sin embargo, la pequeña reunión se convirtió en una fiesta para no olvidar nunca. La casa quedo realmente sucia, pero nada se rompió. Mi hermano no habló, pero mamá nada más entrar a la casa (después de yo haber desinfectado la alfombra centímetro a centímetro) con su jodido olfato, me preguntó si había hecho algo en su ausencia. Les costó sacarme la información, pero cuando lo hicieron, mamá perdió un veinte por ciento de su confianza en mí.

Mi popularidad en la escuela creció, el sexy novio de la capitana de las animadoras me estaba besando el culo, pero no lo podía disfrutar porque el remordimiento de haber defraudado a mamá me estaba matando.

How To Play The Guitar; n.h auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora