XIV. Es Un No Definitivo.

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"¿Vas a salir con tu jefe?" jadea Jessy, que esta trotando junto a mi.

¿La recuerdas? Es la chica del taller de fútbol -esa alta de piernas largas y trasero respingado. Ahora lo tiene aun mas respingado y por alguna razón, yo la veo aun mas alta. Debe ser porque estoy horriblemente cansada de trotar y me he inclinado hacia adelante.

Asiento, entre jadeos. "Pero es que es imposible negarse a él. Tiene un trasero hermoso."

"Oh, vamos, no creo que su trasero te haya dicho que quería salir contigo" ríe ella.

La mujer-látigo hace uso de su silbato y todas suspiramos de alivio. "Muy bien chicas, espero que hayan disfrutado su castigo. Nos vemos el próximo viernes." 

Oh, si, una estúpida se quedo dormida y llego tarde, por eso la entrenadora nos castigo a todas, como una advertencia para que no vuelva a ocurrir.

Ella puede meter su maldita advertencia en su caído trasero.

Jessy se une a mi cuando nos estamos arrastrando a las duchas y caminamos en silencio. Ella probablemente quiere sacarme un poco mas de información y la verdad es que no me importa porque estoy como ahogada. Necesito decirle a alguien mis penas y no-amarguras.

Frente al casillero donde tengo mi ropa sin sal humana, me quito la camiseta que si la tiene y luego los pantaloncillos. Tomo una toalla y camino hasta las duchas. 

"Pst, Abbie" doy un brinco que pudo haberme matado cuando oigo a Jessy a mi lado. "¿Que va a suceder si no son... compatibles con tu jefe?"

"Uh, si, ya lo había pensado, pero no creo que eso sea tan posible. Quiero decir, mírame, soy encantadora y hermosa..." Jessy suelta una carcajada y luego niega con la cabeza. 

"Bien, espero que al menos todo salga bien." dice. "Me refiero a eso de que la cita salga bien. Sino, al menos podrías verle el trasero un par de veces antes de que despida."

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 Uh, me veo sexy. Mi trasero se ve bien, mis pechos se ven normales y la cintura se me marca un poco mas...

¡Estoy que ardo!

Estoy bastante segura de que si papa entrara en este momento diría "Tu no vas a ningún lado con esa ropa, jovencita." Agradezco que él no esta aquí. De hecho, estoy segura de que me ataría a la cama para que no saliera durante el resto de mi vida.

"¿Planeas ir así a tu cita con Mister Nalgas?" pregunta Mark, que esta tirado en mi cama leyendo una revista. "Luces un poco..."

Me hiperventilo. Bien, si puede que sea un poco... no es nada. Esta bien. Es azul, ajustado solo hasta la cintura y me cubre un poco mas de dos dedos sobre la rodilla. "¿No me veo mal, cierto?" pregunto, sintiéndome repentinamente insegura. 

Voy a hacer el ridículo. La gente me va a mirar, va a murmurar...

"No es eso. Es que como que me saltaron los instintos de papá sobreprotector..." responde Mark, dejando de lado su revista y mirándome analíticamente. "De hecho, estas demasiado guapa. ¿Que conjunto llevas hoy?"

Josh, que esta en su propia cama, salta a mi rescate. "Hey, un poco de respeto con la chica aquí." 

"Lo siento, lo siento..." contesta Mark. "Es algo que no se lo debes decir a él, al menos no en la primera cita..." agrega después. "Pero puedes..."

Josh le lanza una almohada en el rostro. "Abbie, estas estupenda. Ahora toma un maldito abrigo y lárgate antes de que este pervertido se vuelva loco." 

How To Play The Guitar; n.h auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora