LHDJTK: Hermosa. ||5||.

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Esa noche fue un caos.

Las monjas no nos permitieron salir de nuestras habitaciones en lo que quedo del día, nos llevaron merienda y cena. No vi a Julia o a María después de eso. Me quede en esa habitación con Mario, y fue él con quien dormí hasta que lo último que pensé que no pasaría, paso.

Primero sentí algo frío pasar por mi mejilla, no le di importancia. Luego algo filoso rasgar la camisa que llevaba y apenas escuche la tela romperse me levanté sobresaltada.

Mis ojos estaban abierto en par en par, mi respiración delataba lo asustada que me encontraba pero aquella persona me hizo una seña con su dedo, diciendo que me callara o moría fijo. Mario no se inmuto cuando me levanté de la cama, y Rayan no noto cuando pase por su lado.

La sombra levantó la mano, ahí fue cuando pare de caminar. El frío me agarro de improvisto y maldije entre dientes.

-. Eres tan hermosa-. Susurro, era un hombre.

Maldición.

No estaba en mis planes morir violada, pensaba que sí me mataba ya se le saciara los fetiches que tendría pero me equivoque. Mi corazón salió disparado con sus latidos cuando la persona se acerco más, no podía ver su rostro, no podía ver su cuerpo, aún estaba algo lejos pero cuando pude hacerlo quede en total shock.

Llevaba una máscara blanca pero mis ojos y cerebro me alertaron de que algo más peligroso se acercaba. De atrás de su espalda saco un cuchillo y la persona me lo extendió, estaba a un metro de mi, así que el filo del metal toco mi pecho. Él ladeo la cabeza-. Tómala.

Negué frenéticamente. Él hizo presión en mi pecho con el arma, no llego a cortarme pero no dudaba que sí lo provocaba, lo haría-. Que la tomes-. Murmuro con un gruñido. Al ver mi negación nuevamente aparto el arma con rapidez y la apunto hacia Rayan, quien dormía con tranquilidad en la cama a unos cuantos metros de nosotros.

Al haber muchas camas obviamente las habitaciones eran muy espaciosas, agradecí internamente eso ya que sí llegaba a atacarlo podía impedírselo antes de que llegara. Volvió a señalarme con el cuchillo, a este punto ya no podía contener las lágrimas y estas rodaban por mi rostro hasta llegar al suelo. Él ladeo la cabeza al ver mis lágrimas, y se acerco tanto que pude sentir el calor de su cuerpo chocar con el la frialdad que tenía.

Acerco el cuchillo a mis ojos, yo los cerré por instinto con mucho miedo en mi interior, comenzando a pensar lo peor hasta que sentí como me quitaba las lágrimas con ese artefacto de metal. Deje ir un sollozo cuando sentí su mano subir lentamente por mi pecho, cuello, quitar el cabello que mi mejilla derecha y después acariciarla con suavidad. Yo temblaba bajo su toque y eso parecía divertirle más, porque comenzó a empujarme suavemente con su cuerpo hasta chocar con la pared.

Capte movimiento, uno de los chicos se estaba levantando. Él extraño también se dio cuenta pero no pareció importarle en lo más mínimo.

-. Sí haces algún ruido... Tu bonito rostro dejara de serlo-. Asentí como pude.

Mis ojos volvieron a captar movimiento; El chico se levantó y como su cama estaba cerca de la puerta no tardo en llegar a ella, al abrirla; La luz del pasillo ilumino lo suficiente para poder verle un poco mejor.

Lamente haberlo echo.

La mitad de su cuerpo estaba bañado en sangre totalmente seca, la mitad de su máscara tenía muchas manchas de ese mismo líquido. Mi respiración se aceleró al ver ese cuchillo a centímetros de mi mejilla izquierda, y como su cuerpo apretaba más el mío.

-. Eres tan hermosa-. Ahogue un chillido cuando acerco su rostro a mi cuello, podía sentir su respiración tranquila contra mi piel-. Te diré que no te haré nada de daño...

-. ¡Ah...!-. Su mano tapo con fuerza mi boca, apretándola, lastimandome, aunque la cortada que me hizo en el cuello fue peor.

-. Dile a tus amigos que se preparen, pronto los vendré a buscar.

Me jalo hacia él y me acerco a su rostro, con rapidez se levantó la máscara y antes de dejarme ver impacto su dientes con ferocidad en mi hombro. Las lágrimas mojaron su cabello. Él se río.

-. Adiós, hermosa.

Tomo sangre y me hizo dos puntos en la frente seguido de una línea curva, deduje que me había echo una carita feliz, todo lo contrario a lo que sentía ahora. Camino por la habitación hasta llegar a la puerta, y por la misma salió como si nada.

Después de ahí me fui imposible volver a dormir.

Me encontraba ahora en la enfermería, que en realidad era una de las más grandes habitaciones con demasiadas camas y cortinas separándolas para así tener privacidad. El chico que había salido ayer estaba dormido, sentando y con la cabeza apoyada en el colchón cerca de mis piernas.

Cuando él volvió a la habitación yo fui lo primero que vio, se asusto tanto pero no hizo ruido, agradecí ese gesto mentalmente. Me llevo hasta acá y tuvimos que despertar a Julia para que ella me atendiera sabiendo que antes de ser monja era enfermera, ya que la encargada de esta área estaba de vacaciones.

Sin embargo toda esa tranquilidad se fue en menos de cinco minutos.

-. ¿Despertaste, hermosa?.

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⏰ Última actualización: Oct 04 ⏰

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