Extraños en la casa.

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Capítulo 2

- Les dijimos que en 10 minutos recobraría su movilidad – sonrió la rubia, desde el puesto de acompañante en el taxi cuando se detuvo - ¿Cuánto... sería en... dólares americanos...? – sacó un monedero, dispuesta a pagar.

- Serían... 100 dólares, jovencita – pronunció con descuido el chofer, la joven afirmó con inocencia, tendiéndole un billete, siendo detenida por el pelirrojo que observaba desde el asiento trasero.

- Es un viaje que, al cambio americano, cuesta solo 14 dólares. – sentenció con fuerza, haciendo que la joven baje la mano con el dinero. Pasando dinero él mismo, dedicó una mirada amenazadora al conductor.

- ... gracias. – murmuró la castaña, debiendo esperar que ambos varones salgan del taxipara poder bajar.

- Oye, no tendrías porqué ayudarlas así – Jotaro le reclamó – Nos atacaron y tienen de rehén a mi madre – le recordó, por si lo había olvidado.

- Pese a haber dicho eso... hace poco dijeron que tu madre estaba a salvo. – le comentó entrando a la residencia Kujo, detrás del joven que entró con prisas, buscando a su madre.

- ¡No hagas eso...! – los 4 ingresantes escucharon la voz aguda de la madre Kujo, apresurando a los dos estudiantes.

- ¡Señora Kujo...!

- ¡Mamá...!

- ¡Oh, Jotaro! – la sonrisa resplandeciente de su madre lo hizo sentir aliviado – Que bueno que ya volviste, veo que trajiste a Kakyoin ¿cómo les fue? – preguntó con energía.

- Gritaste... - dijo el joven y su madre señaló a dos personas que ya estaban allí; no las había visto en su vida.

- Las madres de tus amigas, son mis amigas – razonó – Nara y Yaima, hablábamos de cosas... de adultos... - contó la situación, dejando con la espalda helada al joven.

- Le dijimos que llegarían pronto con Femke y Duza... - dijo una mujer de tez muy oscura y labios llenos, nariz pequeña y redondita y ojos ébano profundos.

- Pues que bueno que las dejé pasar... me han hecho una linda compañía – admitió la madre colocándose de pie – Iré por té para todos – anunció de lo más feliz – Jotaro, hijo... ofrece asiento a las señoritas. – pidió entusiasmada – Dijeron que guardaban una sorpresa para nosotros. – se marchó con energías y un silencio denso se hizo alrededor.

- ¿Qué le hicieron...? – soltó de la nada, casi gruñendo.

- Nada, la amabilidad de tu madre nos ha dejado entrar... y se ha ganado nuestro respeto... - habló con elocuencia la joven de labios llenos.

- ... así como nuestra admiración. – continuó la otra, de ojos ligeramente rasgados y tez trigueña, con ojos miel contrastantes de tan claros.

- ¿En... serio...? – Duza alzó las cejas, girando para mirar a Jotaro, al igual que Femke. Más las 4 chicas reverenciaron a la mujer que entró de la nada con una bandeja con té y aperitivos.

- Sean nuestros respetos sobre ti, madre que gobierna sobre la nación del sol creciente... - comenzó la de ojos miel, con sumo respeto.

- ... que cría en justicia y bondad, que sirve con fervor y amor... - continuó la de ojos negros.

- ... que cuida con certeza y benevolencia, que vela aún por niños que no son su sangre... - Duza continuó, sonriente.

- ... sea la oda a la maternidad, que en ti ha alcanzado la belleza de lo excelso. – acabó Femke, antes de alzar la cabeza, notando a la mujer, sorprendida y ligeramente sonrojada.

All For Love. (JJBA) [Stardust Crusaiders]Where stories live. Discover now