EL CALOR DE UN HOGAR FELIZ

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Era cerca de medio día, cuando con un par de maletas, la pareja se dirige, agarrados de las manos, a la casa del chico para pedirles a los padres de este que la dejen quedarse en su casa por el mes en que llega su familia del extranjero.

Ya en la panadería.

- Buenos días. Oh eres tú Takato – dijo la señora en tono serio. - ¡TAKEHIRO, YA LLEGARON! – grito la señora llamando a su esposo, el cual estaba en los hornos.

- ¡OK!, diles que esperen en la sala, en lo que nosotros arreglamos las cosas para hablar con ellos. – le contesto a su mujer, en lo que él se limpiaba.

Ya adentro, se quedaron sentaron en la sala cerca de una hora esperando a que arreglaran y cerraran un rato el local. Aunque, estos sólo se la pasaron pensando en que exactamente les iban a decir a los padres del chico.

En eso, llegaron con una expresión entre calmada y enojada.

- Ahora si dime Takato, primero: ¿Qué cosas raras le hiciste a Ruki? – dijo este muy serio.

Al oír esto Takato, Ruki y la madre del chico se pusieron todos rojos, ya que nunca se imaginaron que fuera a preguntar eso. Primero su esposa le dio un fuerte golpe en las costillas, sacándole el aire, lo que le dio tiempo a Takato de pensar con calma lo que contestaría.

- Lo único que sucedió fue que me le declare a Ruki, que, por cierto, acepto y nos quedamos dormidos en la misma colchoneta, y únicamente eso. – dijo este muy serio, cosa que al igual que su padre le costó un golpe en las costillas de una muy avergonzada Ruki.

- Y ahora si dime, cuál es ese favor. – dijo con calma su padre.

- Lo que les quiero pedir es, ¿Qué si, por favor dejan que se quede Ruki durante un mes en la casa? – dijo este con la mayor calma que puede tener ante tal situación, continuando al instante con la historia completa, desde ayer cuando la chica lo sorprendió en el parque, hasta lo que paso con la familia de la chica.

- Comprendo, por nosotros no hay problema, pero solo para corroborar, permítanme un momento. – dijo la señora saliendo de la habitación, aunque solo tardo 10 minutos en volver para decir. – Ya lo confirmé con tu madre Ruki, solo les pido que se controlen en la casa, ¿Ok?

- Muchas gracias, y no se preocupen, nosotros queremos, por el momento, llevar nuestra relación de forma tranquila. – dijo con calma el chico.

- Ok, ahora hay que preparar todo para celebrar esta noche, primero de que mi hijo ya es todo un hombre y segundo por la llegada de un nuevo miembro a esta familia. – esto último causando la vergüenza de los chicos.

Tras un ajetreado día, lleno de sorpresas y de un extenuante trabajo en la panadería, se llevaría una pequeña celebración en la casa de la familia Matsuda.

- Pido un brindis, en nombre de mi hijo, el cual, vi hoy convertido en un hombre, no sin antes aclarar, que me refiero al hecho de que procuro, cuido y consoló, de la persona más importante para él. Takato. – dijo su padre con lágrimas en los ojos. – Sé que esto se dice entre nosotros, pero quisiera que ellas escucharan lo que diré, sé que como hombres, nos es difícil mantener la compostura en momentos así, bien pudiste haberte aprovechado de Ruki en su condición, pero envés de eso, la consolaste en este difícil momento, le diste tu cariño y no dejaste que se consumiera en la tristeza, por ese motivo digo que hoy ya no te veo como el niño que solo pensaba en jugar cartas, sino en un hombre dispuesto a cuidar a la persona que más ama.

Esto causo no solo el llanto del señor sino también de su mujer, su invitada y en especial, el de su hijo, el cual, le dio a su padre con la mirada un "Gracias".

- Ok, dejémonos de sentimentalismos, y ágamos otro brindis, ahora por Ruki es nuestra huésped, yo solo diré un par de cosas, primera: que para lo que necesites, en especial durante estos tiempos difíciles, puedes contar con nosotros. – dicho esto se le formo una sonrisa a la mujer, que al concluir dijo. – Y segunda: si Takato llega a sobrepasarse contigo, házmelo saber, para que yo lo reprenda.

- No se preocupe señora, él no me ara nada si sabe lo que le conviene, ¿Verdad google boy? – tras decir esto causa que todos menos Takato comenzaran a reírse.

- Cla...Claro Ruki. – dijo este temblando con solo imaginarse la golpiza que le podría dar su novia.

Ya a la habiendo acabado, todos se dispusieron para dormir, los padres del chico, en su respectivo cuarto, Ruki, en el cuarto de Takato y este último ofreció quedarse en pequeño cuarto de huéspedes, que hacía tiempo hizo el papá del chico en el desván de la casa.

Mientras todos dormían, una pensativa Ruki no podía conciliar el sueño.

- No puedo creer que en solo 2 días mi mundo cambiara de esta forma, primero lo de los sustos que nos metió mi abuela a todos, aparte de que eso generara el que no vuelvan en un mes. Aunque algo bueno salió de todo esto y es que al fin pude confesar mis sentimientos a Takato, y podre pasar todo un mes con él. – pensaba mientras intentaba dormir. – Estas sabanas huelen a Takato, mi Takato. – dijo solo un momento antes de caer dormida.

Esa noche todos dormían tranquilos, sin imaginar que pronto, la joven pareja tendría que volver a pelear no solo para proteger su ciudad, sino al mundo entero.

FinCapitulo 4

Calor para un Corazón de HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora