EL ROBOT ESMERALDA VS EL FRIO ESQUELETO DE LA MUERTE.

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Solo recordó al imponente Digimon esqueleto, una fuerte explosión, una voz gritando su nombre, y de repente todo se puso obscuro.

Al despertar vio que aún se encontraba en el centro comercial, bien acostado en el piso y con la bolsa del regalo a un lado. Esta sólo se encontraba sucia. Cuando se sentó y vio dentro de esta se tranquilizó, al ver que el regalo se encontraba en perfectas condiciones.

Sólo hubo algo que lo estremeció, un par de abrigos. Uno lo cubría y el otro lo usaba como almohada.

De repente escucho alguien decir su nombre.

- ¡Takato!, qué bueno que te encuentras bien amigo.

- Si nos tuviste preocupados, ¿Te encuentras bien?

Ya más calmado, se percató de que esas personas eran Jenrya y Ryo, los cuales mostraban preocupación en la mirada.

-Sí, me encuentro bien, gracias. - Contesto Takato a sus amigos con una sonrisa

-Que buen, por un momento ya había empezado a imaginar los puños de Ruki sobre mi cara. – Comento aliviado Ryo.

-Jeje. Oigan, me podrían decir, ¿Que paso con Skull Greymon? – Pregunto el joven, mientras se sobaba la cabeza.

-Pues veras... - Comenzó Jenrya a narrar.

Flashback – 30 minutos atrás.

-¡¡¡TAKATO!!! – Grito Mega Gargomon mientras se acercaba a su amigo. - ¡Ryo, Cyberdramon! Por favor llévenlo a un lugar seguro. – Pidió amablemente el androide gigante.

Ryo asintió, mientras Cyberdramon tomaba, con cuidado, al mal herido chico, y lo puso en la acera de un par de cuadras de distancia del centro comercial.

- ¡COMO TE A TREVEZ A INTERFERIR EN NUESTRA BATALLA! - Exclamo el monstruoso esqueleto, con cierto toque de ironía en su voz.

El robot no contesto, y dejándose guiar por la ira al ver a su amigo lastimado, lanzo un par de patadas que tumbaron al monstruo.

- ¡¿LE LLAMAS A ESO UNA BATALLA?! – Exclamo el androide con ira en su voz.

- ¡BIEN!, entonces es momento de tener realmente una, ¿No te parece? – Comento este, mientras se posicionaba en pose de combate.

- ¡CALLATE!, ¡MISILES GIGANTES! – Grito el monstro verde, mientras lanzaba una gran cantidad de torpedos.

El esqueleto recibió el impacto aun sin estar completamente de pie, cosa que lo enfureció y exclamo:

- ¡ZONA CERO! – Y de su espalda salió un misil en forma de tiburón de su espalda.

Mega Gargomon logro defenderse, sin embargo, la posición en que quedo lo dejo muy vulnerable, dándole pie a Skull Greymon, para realizar un segundo ataque.

- ¡DOBLE ZONA CERO! – Grito y lanzo un doble disparo, los cuales acertaron en su oponente, dejándolo malherido.

- ¡¿Estas bien ?! – Pregunto Terriermon preocupado.

- No te preocupes. Siento que estamos por separarnos, ¡Tenemos que acabarlo cuanto antes! – Pidió el chico, siendo afirmado por el Digimon conejo.

El robot se levantó y se lanzó contra su oponente, lo que no espero fue ser lanzado por este, aunque eso le dio más facilidad para ejecutar su plan.

- ¡MISILES GIGANTES! – Se ordeno, mientras lanzaba un par de misiles con rostro de sus hombros.

Estos no impactaron del todo, uno fue contratacado por un nuevo ataque del virus, sin embargo, el segundo impacto en las piernas de este, derribándolo. Esto lo aprovecho el robot, y lanzándose nuevamente, lo empezó a atacar con patadas y golpes fuertes, lográndole romper algunos huesos, para finalmente, lanzar un último ataque a quemarropa.

Calor para un Corazón de HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora