Cap.1 Un buen consejo

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Una melena terriblemente desordenada es lo primero que veo al despertarme y sonrío un poco. Me levanto lentamente para no despertarla y camino hacia el balcón. Miro el cielo y suspiro profundamente, un nuevo día ha empezado.

Hace dos meses me enteré del embarazo de mi hermana Nicole. Estaba realmente confundido y enojado por las circunstancias en que todo había pasado. El hombre que había prometido quererla por siempre huyo como un cobarde al enterarse y ahí estábamos Noa y yo como su único apoyo. Todo parecía estar bien, de hecho pensaba que Nicole les diría a nuestros padres lo que estaba pasando, de todas maneras un embarazo no es algo que puedas ocultar para siempre; pero no fue así, Nicole quiso seguir con la mentira y los convenció de irse de segunda luna de miel.

“Viviré con Diego y Noa, los vigilaré y ellos me cuidarán perfectamente. Ya necesito un cambio de ambiente. Ustedes quieren que me aleje de malas compañías, quiero olvidar a Gary y sus estupideces. Además necesito compartir tiempo con mis hermanos mientras pueda.”

Esa fue su excusa. Como siempre terminó logrando su objetivo, sigue teniendo ese don, que para mí no es más que un dolor de cabeza constante.

—Si no querías despertarme hubieras cerrado la puerta— escucho la voz de Noa y luego siento sus brazos alrededor de mi cintura

—lo siento—susurro

— ¿pasa algo?

—Lo de siempre—digo en cierto tono de amargura—sabes que odio fingir que nada está pasando, primero esa revista y lo de hace unos días… no se cuanto más pueda soportar—Noa me frunce el ceño

Cuando regresamos a la ciudad para asistir a la universidad Noa y yo nos encontramos con una publicación en una revista local. El titulo sigue impreso en mi memoria “Linda historia de amor o Incesto” la revista sin ningún enfoque profesional y sin una pizca de sentido común y seriedad me ponía como el peor degenerado del mundo. Fue difícil aclarar todo eso, pero Mercedes intercedió a mi favor y gracias al cielo mis padres no se enteraron de nada.

Por otra parte la semana pasada me enteré de que Nicole ha hablado con Gary a mi espalda. Me alteré y terminé gritándole, lo cual solo le ocasionó una crisis nerviosa y terminamos en el hospital. Recibí reclamos de Noa, advertencias del médico y un auto odio momentáneo.

—deja de pensar en eso, ambas te amamos mucho y sabes que eres un buen chico, solo tuviste un mal momento

—Y no quiero volver a tenerlo—le susurro apoyando mi mentón sobre su cabeza

—Mejor vamos a preparar un rico desayuno para los tres… cuatro—ella ríe

—cinco, tú también vales por dos—me burlo de ella y solo me saca la lengua en respuesta mientras sale de la habitación.

Yo me quedo un momento más contemplando sobre la mesa de noche, la primera “fotografía” de mi sobrino y luego salgo hacia la cocina. Al llegar noto que Noa está riendo mientras está al teléfono, frunzo el ceño y comienzo a freír los huevos y tocino que tanto le encantan a Nicole. Después empiezo a cortar las frutas.

— ¿Puedes dejar de hacer tanto ruido?—ella me vuelve a ver molesta

—es demasiado temprano para empezar a molestar con “dudas” de ecuaciones de segundo grado ¿no crees?—digo casi tirando el cuchillo sobre la tabla de cortar

—Bien, me voy de aquí—sale de la cocina con el teléfono en las manos y gruño

—Buenos días Hermanito—escucho la tierna voz de Nicole— huele delicioso—susurra al darme un beso en la mejilla

— ¿Las hormonas te dieron hoy buen humor?—le digo irónico

—A diferencia tuya—enarca la ceja

Mi Hermana Noa 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora