CAPÍTULO 2: Encantados de conocerte
Aria acababa de dejar el carrito de las toallas en el pasillo de los camerinos cuando vio las espaldas de lo cuatro chicos asomándose por una puerta entreabierta.
Se puso detrás de ellos sin que se dieran cuenta y miró lo que estaban viendo. Era una graciosa imagen. El chico de rizos estaba durmiendo en el sofá, al lado de él reposaba su mano con un móvil con nata por encima. Vale, había entendido la broma. Los chicos pretendían llamar al móvil que él tenía en la mano y que sin darse cuenta que estaba lleno de nata contestara poniéndolo en la oreja.
-No va a funcionar- dijo Aria en un susurro estampando su aliento en el cuello de Zayn. Un escalofrío recorrió el cuerpo de él y se dio la vuelta rápidamente.
Los cuatro se dieron voltearon sobresaltados.
-¿Estás poniendo en duda mi obra maestra?- preguntó Louis divertido.
-Si a mi me despertaran con un ruido brusco lo último que haría sería llevármelo a la oreja.
Los chicos llevaron la vista de Aria a Harry para luego volver a posarla en Aria. Ella tenía razón.
-¿Qué propones?- preguntó Louis después de meditarlo unos segundos.
Ella entró sigilosamente en la habitación. Cogió la nata que estaba sobre la mesa, abrió un cojín de plumón por la cremallera cogiendo una pluma de dentro.
Los chicos la miraban con curiosidad y pronto descubrieron lo que pensaba hacer.
Aria le quitó cuidadosamente el móvil que sujetaba, lo posó en el suelo y a continuación lleno la mano de Harry de nata. Después empezó a hacer círculos con la pluma en la mejilla de Styles, intentando hacerle cosquillas y así cuando se rascase se embadurnarse la cara con nata. Al principio Harry se movió e hizo un ruidito raro, ella paró un momento y después siguió. Aria sabía lo que se hacía, se había hartado de hacer este tipo de bromas a Román.
“Este chico si que tiene un sueño profundo” pensó ella. Empezó a hacer los círculos por el cuello hasta la nariz, que era una zona más sensible. El truco surgió efecto y Harry llevó la mano hacia donde le picaba y, al rascarse se embadurnó la cara por completo incluso parte de su pelo.
Al notar algo viscoso sobre su rostro, Harry saltó sobresaltado del sofá y se puso en pie.
-¿Qué mierda…?- se quitó la nata que le tapaba los ojos y miró su mano. Después posó su vista en las cuatro personas que se estaban riendo como locas tiradas en el suelo, pero se quedó helado cuando vio a la bailarina también riéndose sentada en el suelo al lado del sofá.
Los chicos no esperaban que se llenase toda, absolutamente toda la cara de nata, además de sus sagrados rizos. Esa chica era un genio. No aguantaron más y se echaron al suelo y rieron como nunca.
Harry sin pensárselo cogió la nata que estaba en la mesa y se la echó encima a los chicos, esto hizo que las risas de sus amigos subieran de volumen. Después se dirigió al sofá y le echó a ella toda la nata que quedaba en el bote.
-¡Aaaaaah! ¡Ahora te vas a enterar!- le gritó Aria. Fue a la nevera y la abrió, sacó el bote de kétchup y le machó toda la camiseta con él. Styles para defenderse cogió dos botellas de agua y vació su contenido encima de ella. Aria hizo lo mismo que él, cogió otra botella y se la echó por encima. Mientras, los otros chicos empezaron una guerra de comida.
Harry tiró del brazo de la chica y se la llevó detrás del sofá para refugiarse de la comida que ahora saltaba por los aires.
-Harry Styles- le tendió la mano. Antes de estrechársela ella la miró su mano y después a los ojos, eran de un bonito verde pensó ella. Tocó la mano del chico y se la apretó. Aria sonrió. A él le encantaba que hiciera eso. Tenía una sonrisa preciosa.
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Fama
Teen FictionAria Miller es una chica… ¿cómo describirla? Única, alocada, rebelde, orgullosa, malhablada, guapa y rubia, serían los mejores adjetivos para ella. Criada en los suburbios de una pequeña ciudad inglesa ajena a todo lo que no tenga que ver con tra...