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En un movimiento constante y no apresurado, se encargaba de tallar repetidas veces el pilar esculpido con un exquisito toque artístico; parecido a los que se veían en las representaciones de los coliseos griegos, sosteniendo las estructuras arcilladas. Una gota de sudor se deslizaba por su frente para acabar en su mentón; pero le restaba importancia y, a pesar de estar sintiendo ese infierno caluroso en cada área que cubría su ropa, poseía una sonrisa similar a la del gato de Alicia en el país de las maravillas. Todavía su mente no procesaba la facción más amable que había visto hasta ahora de Mister K.
Aunque éste lo haya echado del sitio justo después de haberle contestado a su incógnita, no se detuvo a insultarlo por lo grosero que resultó esa no-sutil forma de pedirle espacio para trabajar. En fin, resumiendo en palabras simples, a Jimin le resbaló todo y se contentó por haber avanzado en su plan. Quizá era algo muy inútil y pequeño, pero, se dice que las mejores amistades empiezan con una risa. ¡Y ya no tenía que atormentarse con que su chiste lo dejó en vergüenza, porque valió la pena!
No obstante, por más que se viera risueño, su aura exclamaba "ayuda" luego de haber estado restregando un trapo haraposo como por 3 horas a pedido de Seokjin, quien no le dejó ni orar por su estabilidad cuando ya lo tenía quemando calorías. Éste último deseaba, soñaba, anhelaba con su ser entero, un pasillo cuyo suelo y arreglos brillaran tanto que sobrepasaran la pulcritud de los palacios, que con sólo verlos humillaran a los aristócratas que contrataban sirvientes que no fueran el periodista a punto de desmayarse del cansancio. Lo peor para él era que todavía no había completado ni la mitad de la lista de quehaceres que se le entregó.
Lo único que le quedaba era tragarse su opinión y obedecer para evitar ser despedido. En sus adentros sabía muy bien que el castaño lo estaba haciendo apropósito y que la prueba era el destello de maldad que se veía reflejado en sus ojos cada vez que pasaba a chequear si estaba limpiando. Park supuso que éste era el precio a pagar por haberle mentido a todos.
Justo cuando quería apoyar su cabeza contra la pared un rato y, cerrar sus párpados para descansar un rato, escuchó una voz grave venir detrás de su espalda: — ¡Oh! ¿Qué haces aquí? ¿Por fin Mister K te aceptó como su alumno?— Era grave y fácil de identificar como la de Taehyung, pero no estaba para nada agradecido de escucharla. Ahora no podía flojear con tranquilidad.
No lo malentiendan, él ama ser estricto, pulcro y cumplidor con cada trabajo que se le asignaba. Sólo se encontraba agotado por hacer tanta actividad física. A diferencia de estar sentado y escribir por horas, estar parado vendiendo en una farmacia, entregando las noticias y terminando suplantando el lugar de alguien más como empleado de limpieza y asistente; era realmente agotador, no estaba acostumbrado a utilizar sus músculos completos. Siempre sacaba provecho a sus muñecas y temía porque acabara sufriendo del síndrome del túnel carpiano*.
— Nah. —Contestó tan desganado que ni se preocupó en mantener la formalidad que había presentado en bandeja en las otras ocasiones. Luego, alzó una ceja ante la primera pregunta formulada por el de pelo extravagante y se volteó, abriendo sus labios de color carmín y simulando el movimiento de un pez para cuando cuestionó. — Bueno, ya Seokjin me dio las indicaciones de lo que debo hacer. De verdad, muchas gracias por haberlo convencido y recomendarme... Si no fuera por ti, estuviera matándome la ansiedad.— Hizo una mueca al final, como para dejar en claro que no quería hablar de ello y, ante el rostro confundido del actor, dudó en si repetir las palabras o no por si articuló mal y no se le entendió algo.
— ¿Recomendarte? — Realizó un puchero pensativo, no de esos infantiles, sino de aquellos que se hacen cuando estás intentando duramente de recordar un suceso.— No acuerdo haberte mencionado ni nada... De hecho, no sabía que habías comenzado a trabajar aquí.— Juzgó por la mugre en el moflete del rubio y los guantes amarillos que sostenían productos desengrasantes.
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Pianoman. ; kookmin.
Cerita Pendek- Jeon Jungkook, más conocido por su nombre artístico, Mister K, es un exitoso y famoso pianista que surgió tras el lanzamiento de una de sus cuantas obras melancólicas, "La última lágrima de Grace", dándose a destacar con que sólo él poseía la habi...