BORRÓN Y CUENTA NUEVA (vegabul).

Capítulo III: Lo imposible realidad.

<Narra Vegeta>

Año tras año, falla tras falla; fui testigo de los innumerables intentos vanos de engendrar descendencia por parte de Nappa y Raditz; ese par de idiotas tenían la absurda esperanza de que nuestra especie no terminaría con nosotros.

Antes de llegar a la Tierra me resigné al inevitable fin de mí raza... El linaje real saiyajin moriría conmigo.

Pero entonces, me entere del mocoso de Kakaroto; quien iba a imaginar que en esa bola de barro, existían seres compatibles geneticamente con nosotros.
La idea de concebir un híbrido me resulto insultante y jure que mi sangre no sería mezclada con la de un ser insignificante.

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...Pero uno nunca sabe que hay a la vuelta de la esquina...

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Y por esa razón; sucedio lo que ningún enemigo pudo lograr, lo que nisiquiera ese lagarto de sexo dudoso pudo conseguir. El, un feto! en desarrollo en el vientre de su madre, hizo lo imposible realidad; al enterarme de su inminente existencia, huí como un mísero cobarde.

...Yo el gran príncipe Vegeta!!... huí.

Me refugie en el espacio, donde entrenaba arduamente hasta el colapso, me decía a mí mismo que esa exigencia era para lograr la transformación de super saiyajin.
Pero la verdad, había otro motivo; desde que abandone la tierra no puede dejar de pensar.

Como yo, un guerrero de elite caí en los artilugios de una vulgar?
Como, siendo de la realeza me involucre con un ser inferior?
Porqué seguí disfrutando de su compañía, luego de esa noche?
Porqué no funcionaron las medidas preventivas que utilizamos?
Porqué no fui capaz de matarla y con ella al mestizo en su vientre?

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No se en que momento de mi exilio autoimpuesto, me dejaron de importar las interrogantes y la idea de un heredero, ya no me desagradaba del todo.
Hasta que volví a la C.C y lo vi por primera vez; mi sangre hirvió en mi interior, las ganas de acabar con su corta vida era lo unico en mi mente... Pero esa vez, al igual que las veces que le siguieron; no pude eliminarlo. Ni a él, ni tampoco a ella.

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Con el pasar del tiempo me adapte a una vida terrícola, muy lejos quedó aquel Vegeta que exterminaba planetas enteros, acepte compartir no solo mi lecho con Bulma; me casarme con ella, e incluso llegué a tolerar a Trunks. Quien a lo largo de los años demostro poseer un gran poder, pesé a sus rasgos pocos saiyajines.

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...dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes...

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Pero no fue hasta minutos antes de morir, que realmente note lo ciego que estaba, tarde comprendi lo importantes que son para mí y me arrepiento de haberlos alejarlos todos estos años de mi lado, de ignorar a mi propio hijo y haber sido tan frío con ellos.
De ahora en adelante, ya sin la venda en mis ojos... podré ver con claridad.