My Dream Come True 《BTS》

Capítulo 8

Maratón 5/7

|•Lía•|

Ya todas habían salido del baño. Solo quedábamos Mely y yo, tratando de pensar en algo. No sabíamos que había salido mal. Mariam estaba en perfectas condiciones para ir a la cita.

—Dios, no se me ocurre nada - Mely suspira cansada.

En ese momento entra Jungkook al baño sorprendiéndonos a ambas.

—Cometimos un error - habla Jungkook - Le dimos las pastillas equivocadas. Eran pastillas para el dolor de cabeza.

—Sabía que iba a salir mal - afirma Mely - Bueno, ya es tarde. Los dejos solos, chicos. Piensen en algo.

Cuando Mely salió del baño nos miró a ambos con una sonrisa pícara. Yo solo rodee los ojos. Desde hace unos días ella y mis amigas me están metiendo en la cabeza que Jungkook y yo deberíamos empezar algo, pero yo solo las ignoraba. Jungkook y yo jamás estaremos juntos, no soy lo suficiente para él.

Jungkook se sentó a mi lado.

—Se me ocurrió otro plan - comenta. Dirijo mi mirada sorprendida a sus ojos. No me había dado cuenta de que brillaban tanto.

—Va a ser un desastre - respondo sonriendo.

—No sabes lo que se me ocurrió y ya estás pensando negativamente - me regaña sonriendo.

—No lo sé pero si sé que va a ser desastroso - responde mirando al suelo esperando que dijera su magnifico plan.

—¿Por qué no hacemos una cita doble? - propone. Lo miro expectante.

—Me acabo de dar cuenta de que todos tus planes son desastrosos - dirijo mi mirada hacia el otra vez - Si hacemos eso, ¿Quién iría con quién?.

—Tú y yo - responde serio. Parecía que lo decía enserio.

—¡¿Qué?! - lo miro asombrada - Ni muerta.

—¿Por qué no, si sé que me amas? - dice engreído - Admítelo, te gustaría tener una cita conmigo.

—Já, ya quisieras - respondo riendo.

—Ya quisieras tú, porque ya yo quiero - bromea.

—Ay, Jungkook. No bromees más, sé que me odias - digo seria.

—Yo no te odio - aclara - Sólo que hacerte bromas y pelear por cualquier cosa es mi manera de quererte - responde sincero.

—Yo también te quiero, Jungkook - aclaro riendo y el me imita - Como lo se nos ocurre nada más, acepto salir contigo, sólo si me lo pides oficialmente - le pido riendo.

—Como te gusta molestarme - admite "molesto".

—Sí, ya se ha vuelto costumbre - admito.

—Lía, ¿Quieres salir conmigo mañana en la noche? - tartamudea. Yo solo me limito a reír.

—¿Por qué tartamudeas si no es real? - pregunto sonriendo.

—No lo sé. Parecía muy real.

—Te viste muy tierno en ese momento, ¿lo sabías, verdad?.

—Gracias, pero no te ilusiones porque no es de verdad.

—Ya sé que no es de verdad - digo algo triste. Sí me gustaría que fuera de verdad.

—¿Vamos a casa? - pregunta. Se pone de pie y me extiende su mano para ayudarme a levantar.

—Claro, vamos - tomo su mano.