Capítulo 21

10 2 4
                                    

|•Lía•|

Mientras dormía, comencé a sentir un terrible e insoportable dolor en mi vientre, comenzaba a sentir mucho calor y estaba sudando frío. Me levanté despacio y miré mis brazos, éstos estaban blancos como un papel. Sentí algo húmedo en mi parte baja y me levanté. Mi sábanas estaban ensangrentadas y entonces ahí pude darme cuenta de que pasaba.

La semana del infierno llegó. Bienvenido seas, Andrés.

La sangre corría por mis pies, así que comencé a correr con dirección al baño. Alguien comenzó a tocar la puerta y como yo no respondía, entró.

- ¿Qué pasa, Lía?. - pregunta preocupado.

- ¡Jungkook, no me mires!. ¡Vete de aquí, por favor!. - pedí avergonzada. Odio cuando mis cambios de humor hacen que me comporte así.

- ¿Qué tienes?. ¡Estás sangrando!. - se ve asustado y eso me pone peor.

- Jungkook, estoy bien. - respondo sentada en el suelo, con la respiración más calmada. - Sólo no quiero que me veas en esta situación. Por favor, vete. - pido derramando algunas lágrimas.

- Pero... - lo interrumpo enojada.

- ¡Vete, Jungkook!. - pido llorando. - ¡Quiero estar sola!.

- Está bien. - asiente algo triste. No quise hablarle así, pero la regla hace que me comporte de esta manera tan irritante. - Cuando quieras hablar conmigo me buscas. - cierra la puerta algo enojado y triste.

- Lo siento. - digo para mí misma.

Toda mi paciencia y ternura se iban al mismo infierno cuando estaba con la regla. Me pongo hiper sensible y súper irritante. Pero, dios, no pueden juzgarme, esos malditos dolores en el vientre me hacían querer extirparme los ovarios y arrojarlos lejos. Y, bueno, yo realmente me compadezco del ser humano que tuviese que soportarme cuando estoy así de... sensible, sí, digámosle así.

Tengo mareos, desmayos, asco a la comida, cambios de humor: llorar, enojo; lo mismo que estoy riendo que estoy llorando. No me dan ganas de hacer nada, solo quiero estar tirada en mi cama toda esa semana y tomar pastillas como una adicta.

Después de que Jungkook saliera del baño, me quedé sentada en el suelo derramando algunas lágrimas, para después tomar una ducha muy relajante de una hora aproximadamente.

Puta sensibilidad.

Llegué a la sala y Jungkook me estaba esperando sentado en el sofá con su rostro preocupado.

- ¿Qué te pasa?. - se acerca a mí muy preocupado. - ¿Estás bien?.

- Estoy bien. Perdón que te haya tratado así, - pido apenada. - pero no quería que me vieras en esa situación tan vergonzosa.

- ¿Vergonzosa cómo?. - pregunta confundido, con una ceja alzada.

- Jungkook, no lo entenderías. - respondo negando con la cabeza. - Son cosas de mujeres. Me siento mal, ¿ok?. Voy a acostarme.

No dejo que me responda y me dirijo a mi cuarto. Justo cuando veo mi cama con manchas de sangre suelto con desagrado:

- ¡Mierda!. Ahora tengo que lavar las sábanas, con las pocas ganas de vivir que tengo.

- ¿Qué pasó?. - pregunta Jungkook preocupado, entrando a mi cuarto. - ¡¿Por qué tu cama está así?!.

- Jungkook, habla bajo, por favor, que me duele mucho la cabeza. - respondo tranquilamente. - Solo es... - comenzaron a darme mareos y mi vista comenzó a ser borrosa.

My Dream Come True 《BTS》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora