My Dream Come True 《BTS》

Capítulo 18

|•Dani•|

Noche del concierto.

Después de que el concierto culminó, los chicos nos dejaron en mi casa a mí, a Taehyung y a YoonGi. Cómo deben suponer, YoonGi tomó una ducha y se acostó a dormir, típico de su pereza. Después de entrar a mi casa me dirigí a la cocina, me encontré con una nota de mi madre en la encimera. Decía que estaría con mi tía y que se quedaría a dormir en su casa.

Tomé una ducha bastante relajante y después de que saliera del baño, Taehyung entró a hacer lo mismo. No tenía deseos de nada, y mucho menos de cocinar, así que pedí una pizza y Tae me insistió para que viéramos una película de terror. A mí me encantaban este tipo de películas, pero esta sí que daba miedo. Cada vez que me asustaba Taehyung me ocultaba en su pecho para darme seguridad, cosa que me encantaba. Con él me sentía segura y protegida, aunque supiera que la película no era real.

— ¡Ah!. — grité asustada, cubriendo mi rostro con su pecho.

— Dani, si tienes mucho miedo la podemos quitar y ver una de unicornios rosa vomitando arcoíris como a ti te gustan. — pide comprendiendo con una sonrisa, esa sonrisa tan tierna que solo él puede hacer.

— ¿Existen esa clase de películas?. — pregunté emocionada, pero luego volví a esconder mi lado infantil. — Digo: Tranquilo. Estoy bien. — dije rectificando para ignorar esa frase infantil. No iba a admitir que amaba a los unicornios.

Él río por mi actitud y volvió a dirigir su mirada a la película, al igual que yo. Comencé a sentir miedo nuevamente, así que tomé su brazo con fuerza y comencé a apretarlo.

— Auch. — se quejó por el dolor que mi mano provocaba en su brazo. — ¡Me arrancarás el brazo!.

— Perdón. — me disculpé atendiendo a la película. — ¡Ah!. — vuelvo a asustarme y Taehyung apagó la televisión rápidamente.

Nuevamente intenté esconder mi rostro en su pecho, pero esta vez fue diferente. Taehyung me había jalado a su pecho antes de que pasara la escena de terror. Quedo unos segundos aturdida ante su acción y después de un tiempo abrazada a él, sintiendo sus fuertes brazos cubrirme, me separo lentamente. Ambos quedamos muy cerca uno del otro. Él me miraba fijamente a los ojos y yo trataba de evitar su mirada, pero cuando siento una de sus manos colocarse en mi mejilla para luego acariciarla, mi mirada se dirige a sus ojos, cruzándose de una manera inexplicable. Mi corazón comienza a latir desesperado. Decido colocar mi mano encima de la de él y continúo observando sus hermosas facciones de hombre perfecto, sin provenir ninguna palabra de parte de los dos.

Olvidé todo lo que se encontraba a mi alrededor y solo estábamos él y yo a unos centímetros de distancia. Estaba más que sonrojada y nerviosa. Colocó un poco de cabello detrás de mi oreja y fue acercándose a mí lentamente hasta quedar a pocas milésimas de distancia, podía sentir su respiración errada cerca de mis labios.

— Siento la necesidad de besar tus dulces labios. — agregó en un susurro con su voz tan sensual y gruesa de rompe ovarios.

Me quede muda al escuchar sus palabras, y mejor aún, al escuchar su tono de voz. Continúe sin decir nada y cerré mis ojos por inercia. No estuve mucho tiempo así, ya que a los milisegundos sentí sus labios presionando los míos.

No puedo describir lo que siento en estos momentos. Este chico me hace sentir de tantas formas distintas. Sentir sus carnosos y dulces labios moviéndose al mismo ritmo que los míos, nuestras lenguas formando una guerra no-tan-pacífica entre ellas, se sentía tan... adictivo.