Una Llegada Y Una Sorpresa

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Bonnie POV

Al entrar, Jaden cerró la puerta, e inmediatamente esta se bloqueó, cosa que da un poco de miedo.

En cuanto nos sentamos, ¿tres cabezas se giran hacia nosotros?, ¿estoy soñando?, ¿el coche tiene estupefacientes?

Tres caras y un solo ojo nos miran fijamente

-Bienvenidos, ahora abrochaos los cinturones

Sin dejar tiempo de reaccionar, aceleraron, y los dos, pegados al asiento, nos pusimos los cinturones de seguridad como pudimos, pero teniendo en cuenta a la velocidad que íbamos, ni cien cinturones, ni mil airbags nos salvarían de un accidente.

Empezaba a tener náuseas, y al mirar a mi derecha Jaden tenía un tono verduzco en la cara, por lo que atiné a cerrar los ojos lo más fuerte que pude y a intentar con todas mis fuerzas no vomitar.

Por suerte, a los veinte minutos el coche redujo la velocidad considerablemente, cosa que no impidió que al frenar nos diéramos un golpe con el asiento delantero correspondiente.

-Llegamos- anunció una de las caras, no me preguntéis cual

-Los dracmas- dijo otra de las caras con una voz distinta, al mismo tiempo que extendía una mano con uñas tan largas que se podrían considerar garras.

No sabía lo que era un drama, pero me acordé de la bolsita de monedas de plata, la saqué del bolsillo de la maleta y se la entregué.

En cuanto la bolsa rozó la palma de su mano, la cerró rápidamente, dejándome momentáneamente sin sangre en el cuerpo.

Salimos rápidamente del coche y cerré la puerta al sacar mi maleta.
El taxi tan pronto como vino se fue.
En cuanto me di la vuelta para mirar a Jaden, me di cuenta de que no traía nada.

-¿Y tu maleta?- le pregunté

-No tengo, no me dio tiempo a prepararla

-Tu como siempre en tu línea eh, no cambias - contesté con un suspiro de agotamiento

-¿Acaso debería? - me contestó con una sonrisilla, además de un guiño

Por primera vez mire donde nos encontramos.

Ante nuestros ojos se alzaba una colina.

No nos habían dicho como llegar al ese campamento, menos aún donde estaba, y sobre todo, no teníamos dinero para poder volver.

Por sentido común decidimos subir la colina, para por lo menos comprobar.
En cuanto subías un poco empezaban a crecer más árboles  y cuanto más subíamos, había cada vez más, y cada vez más altos.

Caminamos unos diez minutos, en un punto al subir, comenzamos a ver una superficie cristalina, como una cúpula de cristal, que se extendía por todo en bosque en el que nos encontrabamos.

Nos acercamos con cuidado, y al intentar tocar la supuesta superficie de cristal con la mano, esta traspaso sin problema, a lo que le siguió todo mi cuerpo, lo mismo con Jaden.

Y al llegar a la cima, los árboles se entrontraban detrás de nosotros, por lo que bajamos la mirada.

-El señor Brunner no mentía - comentó Jaden

-Desde luego que no- afirmé

Ante nuestros ojos, en el valle, se encontraba el campamento mestizo.

Pude observar unos campos de cultivo, un gran bosque, un lago, y unas cuantas cabañas, veinte, según conté.

-Bueno... - comenzó Jaden - ¿Qué hacemos?

-No se- me encogí de hombros- supongo que bajar

Todavía seguía sin poder asimilarlo, en el fondo esperaba que todo fuese una trola, que al profesor se le hubiera ido la olla y se lo hubiese inventado, pero ahora podía ver que era verdad, y la verdad no sabía cómo reaccionar.

Al final los dos decidimos bajar, porque pensándolo bien, que era lo peor que podía pasar.

Prefiero no contestar a eso.

La bajada fue más rápida que la subida, probablemente porque era cuesta abajo. Pero que estupideces digo a veces.

Total, que tardamos unos cinco minutos en llegar al  valle.

Todo se veía diferente desde aquí, para empezar no había ni un alma donde estábamos, pero cuando mire desde la cima si que vi gente.

Lo que pasa es que fui lo suficientemente gilipollas como para no mirar donde estaban.

A lo lejos se veían las cabañas, así que decidimos ir para ver si encontrabamos a alguien que pudiera guiarnos y explicarnos lo que el sr Brunner no nos explicó.

Cuando estábamos bastante cerca, se podía ver que cada cabaña tenía un color, azul, rosa, rojo, negro. Y en medio de las cabañas había una pequeña hoguera.

Pasamos entre dos cabañas y nos acercamos a una chica que estaba sentada en el borde de la hoguera, de espaldas a nosotros.

-Perdona- dije- somos nuevos aquí y...

En ese momento la chica se dio la vuelta y casi me da un ataque.

- ¡¿Peyton!?

Holaa👋
Se que he tardado en actualizar, pero estaba preparando los capítulos siguientes, ya que quiero que no haya ninguna incongruencia en el desarrollo de estos, más tarde veréis a que me refiero 😉

Nos vemos, besos😘

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