Todo lo que desearía haberte dicho (Bakugou Katsuki y tú)

∆ Tu nariz ♡

Monoma volteó los ojos al ver a Bakugō caminando al lado de ti. Era obvio que el rubio estaba enamorado de ti. Lo cual era una lástima, ya que Neito tambien lo estaba y era aparente que lo habías preferido a él.

— ¡Cariño! —a lo lejos, volteaste a ver a tu novio con una gran sonrisa que hizo que el nombrado se relajara.

— ¡Bebé! ¿Cómo te fue con el quiz de Matematicas?

Monoma sonrió ante tu pregunta. Él realmente te quería, eras todo lo que él buscaba en una pareja, claro, menos lo dramática que solías ser.

A veces él se cansaba de que le recriminaras acerca de todas las chicas que le coqueteaban. Al fin y al cabo, tú eras su principal, no entendía tu enojo.

— Sabes bien que me fue genial. Aunque no lo sé, no has contestado tu celular desde hace veinte minutos.

Suspiraste algo molesta por la recriminación. Sin embargo, no tenías ganas de pelear así que sacaste el celular con calma y leíste el mensaje no leído de tu novio.

— Por cierto, esta tarde es la fiesta. Tienes que estar lista a las seis de la tarde, aunque sé que no tardarás tanto, eres una chica hermosa. Prácticamente no necesitas maquillaje.

Sonreíste, algo complacida con sus palabras. Sin embargo, las palabras de tus amigas rodeaban tu cabeza y no dejaban que te centraras en la conversación.

No es un mal chico, ____. Es narcisista. Lo cual es mucho peor.

— Por cierto, hoy, una chica de segundo año me pidió salir con ella. Claro que dije que no, estoy contigo y soy muy leal. Sin embargo, estaba pensando en usar su atención para resaltar un poco más de entre mi salón.

Prácticamente siempre todo se va a tratar de él.

— Eso no está bien, cariño.

— ¡Odio cuando eres dramática! No es como si le fuera a decir a la chica que ella me gusta, o algo así. Sólo haré que me siga buscando.

Te usará hasta que se aburra de ti y algo más le llame la atención.

Monoma rodó los ojos mientras caminaba más rápido dejándote atrás. Envuelta por un momento de rabia, te detuviste y cambiaste de rumbo.

¿Sí? Dos podemos jugar este juego, Monoma. Vete por un tubo.

De un momento a otro, unos brazos muy conocidos te rodearon por la espalda. Monoma suspiró mientras depositaba un beso en tu nuca.

— Lo siento, sé que fui injusto. Es sólo que tú no lo entenderías, tú eres del A. Siempre tendrás la atención de los mejores héroes. Todos nosotros tenemos que pelear entre nosotros para tener lo mismo.

Suspiraste, sabiendo que él tenía problemas de autoestima por eso.

— Está bien. Te perdono, pero que sea la primera y última vez.

El rubio rodó los ojos y te hizo cosquillas. Reíste cohibida por varios minutos hasta que él estuvo satisfecho con tu expresión.

— Recuerda, hoy a las siete.

Asentiste distraída mientras lo veías caminar en dirección a las aulas del B.

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— ¿Me llevo el vestido azul o el rojo?

Katsuki rodó los ojos— Creí que habíamos establecido que el rojo era para la cena de navidad del 1-A.

— O sea, sí. Pero podría llevarme el azul para la cena.

— No.

El rubio se negaba a admitir que odiaría verte ese día con el vestido que ese tipejo te había comprado.

— Es que el vestido rojo no me gusta para la cena, tengo que verme genial ese día.

— Si tanto te molesta, la siguiente semana podemos ir a comprar vestidos.

Suspiraste— Mi papá no me va a dar dinero para otro vestido.

— ¿Quién dijo que tú lo pagarías?

Reíste algo avergonzada— No puedo pedirte que me compres un vestido, Katsu. No importa cuánto quiera uno nuevo.

— No, lo lamento, ya programé mi agenda para ir a comprarte un vestido nuevo la siguiente semana.

Tus mejillas se sonrojaron ante sus palabras y rodaste los ojos con una sonrisa mientras lo abrazabas.

— Todo el mundo dice que eres aterrador. La verdad no te conocen para nada.

— ¿Quién dijo que no soy aterrador? ¿Quieres pelear? Puedo derrotarte aquí y ahora.

Reíste ante su enojo exagerado, dando un beso rápido a su mejilla.

— Ya son las seis y media. Debería ir abajo a esperar a Monoma.

El rubio rodó los ojos— Deberías no ir. Nadie más va a ir, sólo tú. Si algo pasa, no vas a tener a nadie que te ayude.

— Katsuki, literalmente la fiesta es en sus dormitorios. Ni siquiera saldré de la escuela.

Katsuki asintió distraído al ver tu nariz arrugarse— ¿Por qué haces esa expresión?

— Estoy pensando en lo tierno que eres.

— Tienes tres segundos para salir de aquí o te arrastraré a un duelo de quirks y te derrotaré aún si usas ese vestido azul.

Reíste y saliste corriendo.

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" Tu nariz debería de ser ilegal. Desearía haberte dicho que con cada uno de tus movimientos involuntarios de nariz quiero darte un beso en ella. Quiero tenerte entre mis brazos y darte un beso en la nariz cada vez que sonríes. Eres la persona que más me importa y he decidido que no intentaré olvidarme de ti. Lucharé por ti, porque tú sacas lo mejor de mí."