Todo lo que desearía haberte dicho (Bakugou Katsuki y tú)

| Tus pestañas |

" Cuando duermes, tus pestañas rozan con tus mejillas, dándote un aspecto angelical. Siempre que beso tu párpado, me aseguro de transmitir todo el amor que puedo a tus pestañas, para que te ayuden a ver sólo lo mejor en esta vida."

La mañana siguiente del beso fue la más mágica que pudiste haber vivido.

Cuando despertaste, Katsuki tenía la mirada posada en tu rostro con el gesto más gentil que pudieras imaginarte.

— Buenos días.

Él sonrió— Buenos días.

Las palabras eran unos simples susurros, ya que ambos querían evitar terminar el ambiente tranquilo que los rodeaba.

— ¿A qué hora tienes que ver a Recovery Girl?

Suspiraste mientras que tomabas su mano entre las tuyas— A las once de la mañana. Ella dijo que vendría aquí.

— Son las diez y media.

Su mirada estaba posada en el despertador que se encontraba detrás tuyo. Dirigiste tu mirada hacia ese lugar y soltaste un gruñido.

— Tengo que meterme a bañar —susurraste mientras tomabas las muletas abajo de tus brazos—. Lo cual va a ser una tortura.

— Podría ayudarte.

Volteaste tán rápido a mirarlo que casi caes. Él intentaba mantener un gesto serio, pero podías ver que aguantaba una sonrisa burlona.

— Qué gracioso, pero no gracias.

Él alzó las manos— Bueno, si no quieres no.

Un toqueteo en la puerta hizo que ambos dirigieran la mirada hacia ahí. El cabello café de Uraraka fue la única advertencia que tuvieron antes de que la chica entrara en la habitación.

— ______, no me vas a creer quién está en la puerta —Uraraka alargó la 'a' de la última palabra al ver a Bakugō en tu habitación—. Okay, ¿Interrumpo algo?

— No.

— Sí, cara redonda. Por favor sal del cuarto de mi novia.

Uraraka los miró a ambos, confundida por sus palabras, hasta que finalmente procesó las palabras del rubio— Wow, esperen un segundo. ¿Novia?

Abriste y cerraste la boca, optando por asentir cohibida. La chica soltó un grito pequeño y te abrazó, emocionada.

— ¡Ya era hora! No sabes cuánto sufrimos todos por la tensión.

Bakugō se levantó de la cama, enojado— ¿A qué te refieres, cara redonda?

— Okay, uno; mi cara no es redonda. Dos, me refiero a que ya estábamos cansados de ver a Bakugō detrás de ti como cachorro abandonado.

Miraste a Bakugō sorprendida— ¿Desde hace cuánto tiempo te gusto?

El rubio apartó la mirada mientras que un rubor subía de tono en sus mejillas.

— ¡Ay, que lindos! ¡Les daré a todos las buenas noticias! —Ochako salió de la habitación, gritando sus siguientes palabras—. No hagan nada que yo no haría, recuerden que ya viene Recovery Girl.

Ambos miraron la puerta con un sonrojo en sus mejillas. Katsuki te miró, soltando un suspiro.

— ¿Novia?

Katsuki sobó su cuello— No tienes que serlo, sólo pensé que...

— ¡Oh, no! Definitivamente quiero ser tu novia —tus mejillas se tornaron carmesí y volteaste a ver tu librero, dándole la espalda—. Sólo que no lo hablamos...

— ¿Quieres que te pida ser mi novia con rosas —preguntó—, chocolates kinder y un peluche?

Suspiraste mientras que te mordías el labio— No... Honestamente, sólo quería que me lo pidieras.

— Entonces voltea.

Tus ojos inmediatamente cayeron en su mano llena de cajas de chocolate y subió por su antebrazo hasta llegar a un peluche de un perezoso. Tus manos cubrieron tu boca, sorprendida. No habían flores, pero no eran necesarias.

— _____, no puedo decirte exactamente el momento en el que me enamoré de ti, pero puedo contarte todos los días que he pasado enamorado. Ayer tenía planeado hablar contigo acerca de esto y compré estas cosas, pero terminé distraído por tus labios y nunca las mencioné. Sé que no soy el chico perfecto —tragó saliva—, y que a pesar de que no quiera lastimarte, algún día lo haré, pero quiero que sepas que toda mi vida trataré hacerte sentir como la mujer más especial del planeta. Y de otros también, que se jodan los aliens.

Reíste con lágrimas en tus ojos ante sus palabras tan típicas de él.

— Sé que aunque quisiera fingir que te merezco, la verdad es que no lo hago —sus ojos se mantenían firmes en los tuyos—. Pero puedo tratar cada día de ser mejor persona por ti. Es por eso que ahora te pido; ______, ¿Quieres ser mi novia?

Asentiste mientras lo abrazabas con fuerza. Divertida, le llenaste la cara de besos rápidos mientras no parabas de reír.

— Claro que me encantaría ser tu novia.