Sueños Lucidos. Tu eres parte de mis sueños. (Imagina con Suga)

30.

-Yoon, ¿Cómo es la casa del abuelo?-

Horas después de terminado el caso, Aemin y yo regresamos a la casa del abuelo, y él, va con nosotros en la misma camioneta.

Discutimos sobre el hecho de que deberíamos ir por las cosas de Aemin a casa, ya que ella quería de vuelta un peluche de conejo que tenia desde que era prácticamente un bebe, pero no regresaremos. El abuelo conseguirá un conejo parecido al que tenia, pero no volveremos a ese lugar, ya que ademas el "saquito de arrugas" le prometió a mi hermana que le compraría cosas nuevas como: ropa, juguetes, peluches, una cama de princesa y miles de cosas para niñas que tanto quiere.

-Aemin mi casa es demasiado grande, como un castillo de princesa-

Comento sin apartar la vista de su teléfono celular. ¿Acaso no descansa ni un solo minuto?

Aemin solo se limito a mirar por la ventana, por la cual se miraban miles de carros pasar, ademas de mostrar algunas tiendas que encendían sus anuncios iluminados para que la gente supiera su ubicación.

La noche comenzaba a caer trayendo consigo un viento helado. Pronto llegaría el invierno o ¿ya estamos en el?,  no suelo ubicar muy bien las épocas del año y ahora mucho menos por el tan nombrado "cambio climático".

Pronto llegaríamos a casa y es que el olor a lago y las risas de algunos niños me hacen saber que pronto llegaremos, siento un ligero peso en mi brazo izquierdo y loro vera mi hermana durmiendo plácidamente, su rostro refleja paz y tranquilidad, cada una de sus facciones esta completamente relajada, su respiración es lenta.

Acerco mi otra mano y acaricio su cabello, creo que tiene el mismo tono que Ja.....

-Es bueno que haya terminado-

-Uh-

Él se burlo por unos momentos, ya que por primera vez estaba pensando en otra cosa y lugar, tal vez un....

-El que tu madre haya fallecido garantiza que esta en un lugar mejor, mientras que el tipo al que se hizo llamar su esposo y su padre ahora esta refundido en la cárcel, donde debe de estar-

Yo aun seguía acariciando su cabello, no quiero que este lejos por que ambos hemos sufrido y quiero que tenga una vida mejor. Debo darle una vida mejor.

-Prometo que todo cambiara de aquí en adelante, ella, será la niña mas feliz desde ahora-

La camioneta se detuvo mientras que el gran portón se abría frente a nosotros, segundos después el conductor apago el motor por completo, ya que ahora estábamos justo en frente de la puerta principal.

-Creo que deberías llevarla a una habitación-

Me miro a través del retrovisor.

-Hay una habitación de huéspedes vacías, ella estará-

-Quisiera que por esta vez, durmiera en mi habitación-

Me miro una vez mas para finalmente asentir.

-Bien-

Abrió la puerta y salio. Yo repetí su acción pero con la gran diferencia que llevaba a Aemin en brazos. Hice una leve reverencia con la cabeza al chófer, ya que a pesar de traernos a casa sanos y salvos, me ayudo abriendo la puerta para que saliera de la camioneta.

Al entrar, varias de las amas de llaves me miraron con atención, y no solo a mi, sino también a Aemin. No los culpo. Ella tiene el rostro de mi madre. Es bonita al igual que ella.

Con un poco de dificultad subí las escaleras.

-Creo que debo de realizar un poco de ejercicio-